He dicho varias veces, que el Padre da el Espíritu Santo, a quien lo pide (Lucas 11, 13). Aunque el Señor nos lo dio en el Bautismo, hay que seguirlo pidiendo para que nos ilumine a seguir los caminos correctos. Él es quien vino a destruir las obras de los enemigos de la salvación. Pero es muy importante saber los dones y frutos que nos da y, de una manera especial, cuando los pedimos para nosotros y para los demás. Uno de los dones es la sabiduría , o sea un gusto especial por todo lo que se refiere a Dios. Es importante leer el libro de Sabiduría en la Biblia.
La fortaleza para resistir con paciencia y paz, las contrariedades de la vida.
Consejo : es la ayuda que el Señor nos da para escoger lo que más nos conviene.
Piedad : es un amor filial a Dios y a gustar de todo lo que nos lleva a Él.
Entendimiento : es la facilidad que el Señor nos da para comprender la Biblia, las lecturas espirituales, las predicaciones de los sacerdotes, los buenos consejos, etc.
La bondad, la paciencia, la alegría, sin vulgaridad, el gozo, la fidelidad, no sólo en el matrimonio, sino en todas nuestras obras para que sean limpias y transparentes.
Paz para llevarla a los demás. No hay mayor felicidad que la paz interior, y por eso es tan importante una buena confesión.
Humildad : hay que pedirla mucho para no vanagloriarnos de nada, sino que entendamos que es Dios quien actúa a través de nosotros, y para derrotar la soberbia que nos bloquea tanto la acción del Señor en nosotros.
Dominio de sí mismo o templanza, que nos ayuda a decir NO cuando vamos a hacer algo contra la moral.
Benignidad para ser generosos con el prójimo.
Y castidad : Para llegar vírgenes al matrimonio o para ser castos en otros estados. Castos no sólo en este sentido, sino de pensamiento.
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