Terminó en la isla japonesa de Hokkaido Toyako una cumbre más del G-8, grupo de países conformado por las naciones más ricas y desarrolladas del Planeta: Estados Unidos, Japón, Rusia, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y Canadá.
Como es costumbre anual firmaron "serios" compromisos con el medio ambiente, con los países pobres y hasta con la niñez desamparada. Por lo general, siempre hacen lo mismo en medio de grandes titulares de prensa y una buena dosis de fotos sembrando árboles y una sonrisa a tope.
Esta vez prometieron bajar para 2050 la mitad de sus emisiones de CO2. Habrá que esperar si para ese año, algo remoto aún, cumplan su palabra con uno de los imperativos más serios de cara al futuro de nuestros hijos y nietos.
El G-8 debe cumplir.
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