Jackson Martínez es el séptimo jugador del Independiente Medellín que obtiene el Botín de Oro. Es el segundo en los torneos cortos, pero el de récord en los campeonatos de un semestre que empezaron en 2002. En ese año el campeón, como el DIM del Finalización, jugaba 30 partidos, cuatro más.
El primer goleador que tuvo el Medellín en un campeonato fue el argentino Felipe Marino, en 1955. El DIM ganaba la primera estrella (era la octava del fútbol colombiano) y tenía el mayor anotador del torneo que el rojo se ganó de punta a punta: ¡No lo vieron ni en las curvas! Marino se destacaba ampliamente por su cabezazo. Por supuesto que hacía goles con las piernas, no habría goleador si sólo fuera de goles de cabeza. Felipe Marino es uno de los más brillantes cabeceadores que ha habido en Colombia. Era un centro delantero puro, aquel dominador del área grande rival. Fue también goleador con el DIM del campeonato de 1959 cuando el conjunto antioqueño fue subcampeón. Es el único caso de un jugador del club rojo que ganó más de una vez el Botín de Oro. Marino hizo 25 goles en 1955 y 35 en 1959. Se quedó a vivir en Medellín y alcanzó a ver al DIM campeón otra vez, en 2002.
El argentino José Vicente Greco puede ser considerado todavía como el mejor futbolista en la larga historia del Deportivo Independiente Medellín. El zurdo genial de la creación, el lujo y el gol se recreó y recreó a la afición del DIM en dos épocas. Lo trajo José Manuel Moreno para el campeonato de 1956. Fue campeón de 1957, torneo que, por desorden de la Dimayor y de sus clubes, terminó en 1958. Eso sí, con la justicia plena del mejor equipo como campeón, el Medellín. Además tuvo al goleador con Greco y sus 28 tantos. El DIM fue campeón en marzo del 58 y desapareció quebrado, increíble caso de un campeón. Greco se fue al Santa Fe y en diciembre del mismo año daba otra vuelta olímpica. Luego se fue a España y regresó al Medellín en 1961. En 1965 ya como técnico del equipo jugó su último partido con la casaca del DIM. José Vicente Greco era puro talento, puro fútbol, puro gol. Se quedó a vivir en la capital de Antioquia y murió hace poco. Alcanzó a ver al Medellín campeón de 2002 y 2004.
El argentino Perfecto Rodríguez tenía, como Greco, la condición de ser 10 (creador de juego) o 9 (goleador). En 1965 hizo 34 goles y superó con creces a goleadores de renombre como Devani, Verdum y Gallego. El DIM tuvo una floja campaña pues sólo fue octavo cuando al año anterior y el siguiente peleó los torneos y pudo y debió ser campeón. Pero tuvo en Perfecto el perfecto goleador del año que vio al Deportivo Cali por vez primera campeón. Rodríguez era temperamental y se jugaba la vida en cualquier balón. Con él, después de la mitad de la cancha se hacía cada vez más peligroso mientras más cerca estaba del arco. Fue destacado técnico del Magdalena. Vive en Argentina y es agradecido total con Colombia, sobre todo con el DIM.
Pasaron 21 años, de 1965 a 1986 para que el Independiente Medellín volviera a tener el goleador del campeonato de la Dimayor. Fue el también argentino Héctor Ramón Sossa que había llegado a Colombia traído por el Once Caldas. Sossa era completo en la definición. No tenía problemas de perfil. Anotaba con la pierna que le quedara. Era buen cabeceador. Arrastraba la marca o metía el pie a cualquier bola en el área antes que el zaguero. En posiciones incómodas también era certero. Para Sossa, el arco rival y el gol resumían todo el fútbol.
En 1994 quedó goleador Rubén Darío Hernández. Tuvo el mérito de jugar con el DIM el torneo Apertura. Luego pasó al Pereira para el Finalización y al América para los cuadrangulares semifinal y final. Se permitió ese año, como algunos otros, que los equipos clasificados contrataran jugadores de los conjuntos eliminados. El estelar goleador quindiano tuvo más gol ese año con el Pereira y fue valioso para el remate del América. Su campaña con el DIM es la menos importante de Hernández en 1994. Vale como referencia pero no fue propiamente goleador del año con el Medellín.
En 2001, el primer campeonato del siglo XXI y última estrella de un año en el campeonato de la Dimayor, Jorge Horacio Serna hizo 29 goles y compartió el Botín de Oro con Carlos Castro, ex DIM que jugaba con Millonarios. Serna hace goles con pasmosa facilidad, con la misma que se pierde unos increíbles. Pero es relevante la forma como el goleador antioqueño se hizo, con los años, más certero y se apuntó algunos verdaderos golazos en su carrera. Ese año 2001, Serna se apuntó tres goles en el fulminante 4-0 que el Medellín le aplicó al Nacional en el primer clásico del año.
En el torneo Finalización de 2006 Diego Álvarez fue el goleador con 11 tantos, la marca más baja en los torneos cortos. Por el contrario, la cifra de Jackson Martínez es la más alta de los torneos que empezaron en 2002. Es otro de los récords que el Medellín que dirige Leonel Álvarez está estableciendo. Martínez es contundente, definidor excelso. Rápido y letal en el área, también es fulminante metros afuera. La inteligencia para definir se le nota en cada remate. Es un goleador de talla mundial. Y está en su fina.