Julia Pastrana, catalogada desde hace más de un siglo como la mujer más fea del mundo, fue sepultada en su pueblo natal Sinaloa de Leyva al norte del país centro americano, luego de su muerte, sus restos permanecieran preservados en la Universidad de Oslo, en Noruega.
Un grupo de coterráneos le dieron el último adiós, en una sentida ceremonia a esta mujer que pasó su breve vida exhibida como un 'fenómeno', pues padecía de hipertricosis e hiperplasia gingival, enfermedades que le provocaron un abundante vello facial y una mandíbula regordeta, que la llevaron a ser llamada "mujer oso" o "mujer mono" y llevar el título por el que se le conocía.
Pastrana nació en México en 1834, y a mediados del año de 1850, fue llevada por Theodore Lent -quien más adelante fue su esposo- como cantante y bailarina en un espectáculo de 'fenómenos' por parte del territorio Norteamericano y Europeo. En 1860, Julia murió al dar a luz a su hijo en la ciudad de Moscú, pero su primogénito quien heredó sus enfermedades, también falleció días después.
Lent, su esposo, decidió recorrer el mundo exhibiendo los restos embalsamados de su cónyuge, los cuales con el tiempo, terminaron en las instalaciones de la Universidad en Noruega.
Finalmente, en una iniciativa de Laura Anderson una artista mexicana y con el apoyo del Gobernador del estado de Sinaloa, Mario López, los restos de Julia Pastrana recibieron un funeral apropiado en su país de origen, siendo recordada por aquellos que le hicieron homenaje, como un ejemplo de superación y de fortaleza.
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