La máquina Strata 950, que desde la semana pasada cava un conducto en la mina San José, alcanzó ya los 100 metros de profundidad, de los 700 que tiene que perforar para poder rescatar a los 33 mineros atrapados desde el 5 de agosto en el norte de Chile.
Los mineros enviaron el pasado lunes un mensaje al exterior en el que aseguran que escuchan el martillo de la perforadora, que representa el denominado 'plan A' de los tres que están en marcha para acelerar el rescate, estimado para un plazo de tres meses.
En tanto, la perforadora Schramm T-130, que comenzó a trabajar en la noche del domingo para ensanchar una de las sondas de comunicación con los mineros atrapados, llegó a los 26 metros sobre un total de 630, según confirmaron a Efe fuentes del Gobierno.
Esta máquina, considerada más rápida y que constituye el 'plan B', ha estado paralizada durante algunas horas debido a un fallo en uno de sus cables, según explicó el ministro chileno de Minería, Laurence Golborne.
Al mismo tiempo, se trabaja de forma acelerada en la preparación del terreno para montar la Rig 442, una máquina que se usa en exploraciones petroleras, con la que se abrirá una tercera vía de evacuación para los mineros.
La máquina, que será trasladada a la mina desde el puerto de Iquique, puede avanzar hasta 40 metros diarios.
Además, los trabajadores recibieron una cámara fotográfica para tomar imágenes de las lesiones que pueda tener cada minero, con el objeto de que los médicos puedan estudiar con mayor claridad el tratamiento a seguir.
En este sentido, el minero Yohnny Barrios, que es el único que tiene conocimientos de medicina, está capacitando a otros dos compañeros, ya que los 33 mineros están divididos en grupos de once personas.
Por otra parte, una empresa local ha habilitado un sitio web con el fin de que las compañías mineras puedan publicar ofertas de empleo destinadas a la reinserción laboral de los trabajadores del yacimiento San José, propiedad de la firma San Esteban.
Respecto al futuro de esta compañía, una jueza de Santiago, Rocío Pérez, designó como interventora de la empresa afectada a la abogada María Loreto Reid Undurraga, que deberá estudiar la viabilidad de la firma o una posible declaración de quiebra.