Con la fotografía completa del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para el primer trimestre del Dane, tanto desde la oferta (sectores), revelada una semana atrás, como desde la demanda (consumo), publicado ayer, se entiende por qué la economía colombiana creció 6,4 por ciento en el primer trimestre, frente a igual periodo de 2013.
De hecho, así como todos los sectores de la economía tuvieron crecimiento positivo, también todas las variables del PIB desde la demanda muestran un incremento significativo, teniendo en cuenta una base estadística baja del primer trimestre de 2013 (ver gráfico).
La mayor inversión (formación bruta de capital) tuvo una variación de 16,9 por ciento, la expansión más notable desde diciembre de 2011 y 9,5 por ciento mayor a la alcanzada entre octubre y diciembre pasados.
Al desagregar la inversión se aprecia un notorio repunte de 25,4 por ciento en obras civiles y de 12,8 en maquinaria y equipo, entre tanto, el capital dirigido a construcción y edificaciones se incrementó en 8,3 por ciento.
Así mismo, el consumo total aumentó 5,6 por ciento en el primer trimestre, lo que incluye compras de hogares (5,2 por ciento) y el Gobierno (7,5). Esa variación equivale a la alcanzada dos años atrás y superior al 3,8 por ciento de enero-marzo de 2013.
Así se tiene que la inversión logró contribuir con más del 5 por ciento al crecimiento de la economía, un 80 por ciento del crecimiento. Por su parte, el consumo de los hogares contribuyó con casi 3,3 por ciento al PIB total, un aporte del 51,6 por ciento, mientras que la mayor cantidad de compras del Gobierno aportaron 1,3 por ciento a la expansión de la economía real.
Desacelaración del crédito
En esas condiciones, un análisis del equipo de Investigaciones Económicas de Bancolombia llama la atención de que la aceleración de la demanda interna del país se dio en medio de una desaceleración del crédito, a diferencia de lo que se apreció en los últimos dos años.
Esto es un buen síntoma de que hay un mayor crecimiento de ingreso de los colombianos, en un contexto de más gasto del Gobierno para impulsar el PIB desde frentes como infraestructura.
"Es necesario cuestionarse que si bien la demanda interna se aceleró, su principal contribución al crecimiento provino desde la inversión, rubro que podría incluso generar una menor inflación en el mediano y largo plazo", advierte el análisis de Bancolombia.
También resulta inquietante los crecimientos dispares que registraron las importaciones y las exportaciones: las primeras expandiéndose significativamente en 16,3 por ciento frente al 1,7 de un año atrás, mientras las segundas pasaron de una variación anual de 0,7 a 6,9 por ciento. Una diferencia de 9,4 por ciento, cuando a diciembre era solo de 0,9 por ciento.
Esto envía señales al Banco de la República en términos de moderar su política monetaria expansiva para lograr un mejor balance entre importaciones y exportaciones.
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