Como buen historiador, Nico Verbeek tiene claro que la historia es una búsqueda permanente y más aún, cuando se trata de personajes que se vuelven mitos.
Profesor, traductor y escritor holandés, Nico vive en Medellín, donde se casó con una colombiana y con quien tiene un hijo colombo holandés. Desde esta perspectiva nacional, pero con profundo conocimiento del acontecer político y social francés, Verbeek se propuso descubrir a Íngrid Betancourt, “ la Juana de Arco de los Andes, como la conocen en Francia, sobre todo después de que publicara el libro La rabia en el corazón, después de su liberación”.
Fueron tres años de viajes, entrevistas e investigaciones que le permitieron dilucidar “quién es este personaje que flota entre el ícono de la heroína moderna y el de la mujer que se inventa a sí misma y se reproduce en una creación mediática”, como señala Memo Ánjel , el periodista y escritor antioqueño que tuvo a su cargo el prólogo del libro.
En forma narrativa y en primera persona, la obra de Nico Verbeek , La mujer que quiso ser presidente, comienza investigando el pasado de Íngrid Betancourt y su carrera política en Bogotá. “Fue así como encontré que era una historia más allá de una biografía”.
Su trabajo fue arduo. Muchas de las fuentes pidieron no revelar los nombres, otros más ni siquiera quisieron atenderlo. Pero hubo otros que contribuyeron con sus entrevistas.
“Descubrí que era una persona muy ambiciosa, de ahí el título del libro. Si bien nació en un ambiente de estadistas, fue muy protegida, tenía doble nacionalidad y quería hacer política sin saber por qué”, precisa el autor. Agrega que Íngrid quería ser presidente desde niña y que siempre supo manejar muy bien las relaciones públicas y los contactos, sobre todo en Francia.
“Se comió el cuento de quienes la animaron a escribir un libro porque era una heroína. Así nació La rabia en el corazón, un éxito total en Europa donde creyeron que ciertamente era una heroína y donde llegaron a postularla para el Premio Nobel de la Paz”, recuerda Nico.
Pero la reacción en Colombia fue contraria.
“Aquí no se comieron el cuento, el libro fue de mal recibo y enterró sus posibilidades de ser candidata”, señala Nico.
El historiador considera que su obra logra un equilibrio entre la visión europea y la realidad colombiana, desde una perspectiva desapasionada. De hecho, antes de publicarla hizo cinco versiones. El libro es de Hombre Nuevo Editores.
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