Un incendio ocurrido en el barrio El Picacho en la noche del sábado dejó el lamentable balance de una niña muerta.
María Camila Loaiza, de dos años de edad, veía televisión cuando se originó un incendio en su casa que no le permitió salir de la vivienda y murió calcinada.
Según testigos, cuando se produjo el hecho, algunos vecinos se acercaron a la casa, lograron rescatar con vida a Durley Loaiza, de cuatro años, hermana de María Camila, y su padre, Alberto Loaiza, de 59 años de edad. Yoli López, la mamá de la niña estaba haciendo una llamada.
También llegaron los bomberos y lograron apagar las llamas, pero ya era muy tarde para rescatar a la niña. Según los vecinos, el incendio posiblemente fue ocasionado por un corto circuito en un poste de iluminación.
"La lámpara estaba dañada. Se prendía y se apagaba a su antojo", relató José Zapata, un vecino de la vivienda.
Lo mató carga de vidrio
En otro hecho en el barrio El Poblado, un obrero murió y dos más resultaron heridos cuando bajaban 16 vidrios de seguridad de un camión.
Aplastado y asfixiado por el peso de los cristales murió Joan Alberto Torres Acosta, de 21 años de edad.
Una amiga de la víctima comentó que el muchacho, era de Barranquilla, prestó servicio en la Policía Metropolitana y regresó a Medellín hace un mes para trabajar para recoger dinero e iniciar el curso de policía profesional.
"Los instaladores de vidrios, para evitar accidentes, se turnan la forma de sacarlos de los camiones. Unos los bajan y otros los sostienen. El sábado un compañero de Joan, que le tocaba sostener, se enfermó y Joan se ofreció para reemplazarlo.
No sabemos que le pasó a Joan pero la carga le cogió ventaja y los vidrios se vinieron al piso y lo atraparon. Sus compañeros trataron de auxiliarlo, pero a uno se le fracturó la mandíbula y a otro las dos manos", concluyó la mujer.
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