Salieron con ocho goles en la espalda, pero una sonrisa en los labios. "Eso no nos aburre, estamos felices por jugar en Medellín", dice con sus ojos indígenas Dina Elizabeth Giraldo, una de las chicas de Guaviare, la novedad en el torneo de Ponyfútbol femenino.
Dina le daba la mano a sus rivales y compañeras con un rostro de felicidad, que no iba con el resultado de 8-0 en contra que les propinó el DIM de damas. Su cara de felicidad era por la novedad, por la alegría de estar en el otro costado de su país, en un torneo tan famoso como el mismo profesional de varones.
Ella vive en Agua Bonita, una vereda a menos de media hora de San José del Guaviare, la capital del amazónico departamento colombiano. Allá juega fútbol con sus dos de sus cuatro hermanas, en un equipo de la vereda, que combina hombres y mujeres, y que es dirigido por su padre. Por eso la felicidad de estar en un torneo como el Pony.
"Nos alcanza en la vereda para hacer un equipo, y jugamos todos los domingos en la cancha del colegio. Mis hermanas son mayores y no pudieron venir, pero a mi me vieron jugar y acá estoy", dice con una sonrisa tímida y sus ojos muy achinados, una de las chicas que hace parte del combinado más exótico en el torneo femenino.
A Guaviare llegó la invitación para traer un equipo de damas, y en solo seis meses, Rubén Darío Jaramillo se encargó de hacer las convocatorias y entrenar un equipo para competir en la Marte Uno.
"Fue muy difícil, pues es complicado convencer a los padres. Nos centramos en San José y El Retorno, pero nos llegaron niñas de varios lados, hasta la de la comunidad indígena de Panuré", explica Jaramillo, presidente y entrenador del equipo Guaviare Monjove Colombia, mientras señala a Julieth Casallas, que apenas se ríe cuando se le habla.
Las chicas apenas llegaron completas para jugar. Solo 11 jugadoras de campo lograron completar las 18 horas de viajes que hay desde su casa hasta Medellín. Otras cuatro apenas iban por Bogotá cuando se jugó el partido, que terminó en goleada, gracias a los goles Yulieth Rivas (3), Angélica Arango (3), Luisa Fernanda Ríos y Laura Molano (uno cada una).
"Se nota que ellas llevan jugando mucho tiempo, nosotras apenas empezamos, pero estamos tranquilas", señala con una mueca que no borra su delantera estrella, Wendy Roxana Barreto. Hoy, Dina y las demás recorrerán la ciudad, verán una Medellín tan distinta a la Agua Bonita. Y con ellas irá la sonrisa, la que no borra ni ocho goles.
Pico y Placa Medellín
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