El presunto autor de los disparos que el jueves acabaron con la vida de un estudiante e hirieron a otras tres personas en la Universidad de Pecs, en el sur de Hungría, se negó este viernes a declarar ante la policía, informó a Efe el portavoz de la fuerzas de seguridad Péter Zsobrák.
Zsobrák subrayó que hay "numerosas huellas que pueden ser utilizadas como pruebas" contra el estudiante de farmacología de 23 años.
"Ya hemos interrogado a 20 testigos y también contamos con las grabaciones de las cámaras de seguridad", agregó, y adelantó que también tendrán las aportaciones de "numerosos expertos" para aclarar los detalles del suceso.
En los medios húngaros se trata de encontrar este viernes una explicación al primer suceso de estas características en el país.
Así, el estudiante habría llegado tarde a un seminario y sintió "un supuesto resentimiento de sus compañeros", por lo que salió del aula, cargó su arma, volvió y empezó a disparar, indicó el portal informativo index.hu.
El joven, que fue descrito por sus compañeros como una persona introvertida y poco sociable, es miembro de un club de tiro de la ciudad y tiene una licencia para portar y usar pistolas deportivas.
Los heridos
La clínica donde están hospitalizados los heridos informó este viernes que se despertó de la anestesia general la persona que había sufrido las heridas más graves.
La clínica no dio detalles sobre su estado de salud, pero Zotán Györffy, portavoz de la universidad, dijo a Efe que la situación de los heridos "es estable", aunque uno de ellos se encuentra "crítico".
En la universidad de Pécs, una de las más prestigiosas del país, se produjo el jueves en la noche una concentración de repulsa por este acto violento con el encendido de velas en memoria del fallecido, en la en la que participaron "miles de personas".
Según informaron las autoridades, el presunto autor de los disparos huyó después de cometer el crimen y escapó hasta una clínica cercana desde donde él mismo llamó por teléfono a la policía, que le detuvo en ese mismo lugar.
