No fue tan generoso el Gobierno, él hizo el oso con el miserable aumento del salario mínimo. Con un salario mínimo ni se come, ni se viste, ni se pagan las cuentas.
El pobre asalariado sí que es un mago para mantenerse vivo junto con su familia.
¿Cómo van a mejorar la calidad de vida de los colombianos con este miserable sueldo? El ajuste por día es de 884 pesos y esto no alcanza para pagar un pasaje de bus y eso sin hablar de las pensiones de los colegios y los libros. Gracias a Dios la educación pública es gratuita.
Por lo tanto el trabajador colombiano tiene que estar recurriendo a préstamos con los pagadiarios porque los bancos no le prestan por el bajo salario que gana y por lo tanto debe empeñar los electrodomésticos.
El pobre escasamente tiene para compra y comer arroz con huevo para el almuerzo y para la comida para variar huevo con arroz.
La comida con apenas una brincha de carne cada 15 días no se salen con 100.000 pesos. La ropa y el calzado la debe buscar barata en almacenes agáchese.