Ni inminente ni certera luce la posibilidad de que se anuncie un reajuste en las tarifas de buses y de taxis para Medellín y demás municipios del Valle de Aburrá.
Así se desprende del poco afán de las autoridades en el tema y de las posiciones encontradas de los transportadores.
Según Juan Esteban Martínez, subdirector de Movilidad del Área Metropolitana, se avanza en la revisión de los estudios técnicos para presentarlos a la Junta Metropolitana, donde los alcaldes tomarán la decisión.
"Apenas consolidamos la información para entregar las recomendaciones, pero no hay tendencia por el si o por el no", dijo, y explicó que en estos procesos se revisa la canasta de costos, el incremento salarial, los estratos de la población que viaja en transporte público.
Efraín Galeano, presidente de la Corporación de Transportadores Urbanos (CTU), sostuvo que es necesario que los estudios sean bien elaborados y "si hay que subirlas, se hará, pero sin respaldo técnico no habría forma".
Entre octubre y noviembre -dijo- se hizo un estudio de campo, pero el de conteo de pasajeros no es posible sino cuando todos los estudiantes retornen a clase porque ahora daría "cifras desconcertantes".
Otro que avanza -añadió- es el de rendimiento de combustible para tener cifras reales de la canasta de transporte.
Para Darío Trujillo, exdirectivo de la Fuerza Amarilla, en lugar de un reajuste de tarifas, es mejor frenar el fenómeno de la piratería y reducir el número de taxis que hay en la ciudad porque con la operación del metro y el metroplús se redujo mucho la demanda por el servicio.
Pero Hamlet Neira, vocero de la Corporación Comunitaria del Transporte, dijo que hay molestia en el sector porque no se les tiene en cuenta para dialogar ni para resolver conflictos como el de quienes atienden el aeropuerto de Rionegro con las autoridades de ese municipio, cuando los de allá tienen acopio en Medellín.
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