El presidente Barack Obama, en un intento por ganarse más apoyo entre las mujeres, aumentó la presión el pasado jueves sobre su rival republicano Mitt Romney para que rompa cualquier lazo con un candidato republicano al Senado que afirmó que un embarazo derivado de una violación es "algo que Dios pretendía".
Pero Romney ignoró el emotivo tema social y mantuvo un tono optimista con la intención de llevarse la victoria en el crucial estado de Ohio.
El presidente, al cerrar un recorrido relámpago de 40 horas en ese estado, viajó a Chicago y votó por adelantado cuando faltan 12 días para las elecciones. Obama vivía con su familia en Chicago antes de mudarse a la Casa Blanca hace cuatro años.
La escala era más que una oportunidad para tomarse una foto; fue un intento de alentar la participación electoral temprana, una pieza central en la estrategia del presidente.
Mientras tanto, la contienda presidencial de 2012 rebasó el pasado jueves la marca de los 2.000 millones de dólares en la recaudación de fondos, con lo que pone a los comicios en camino de ser los más costosos en la historia. El aumento en los fondos es favorecido por un sistema de financiamiento electoral que fue alterado considerablemente por la proliferación de los llamados "súper" comités de acción política que costean la transmisión de mensajes televisivos en los estados más disputados.
En los actos proselitistas del pasado jueves, el mandatario también repitió, aunque con indirectas, referencias al controvertido comentario del republicano Richard Mourdock, candidato senatorial por Indiana, sobre violación y embarazo.
"Esta semana hemos visto otra vez, creo que ningún político varón debe tomar decisiones sobre la salud de las mujeres", afirmó Obama ante unos 15.000 seguidores en la ciudad de Richmond, en el estado de Virginia. Los colaboradores del mandatario enfatizaron el caso al presentar un video en internet donde exponen el apoyo de Romney a Mourdock y acusan al nominado republicano de doblegarse ante los miembros radicales de su partido.
Romney, quien en un mensaje televisivo expresa apoyo a Mourdock, se pasó todo el día ignorando las preguntas de los periodistas sobre el asunto. Prefirió concentrarse en destacar las acciones de su campaña por promover un itinerario más práctico y necesario para conseguir los 270 votos del Colegio Electoral requeridos para ganar los comicios.
"Esta elección no es acerca de mí", afirmó Romney a unas 3.000 personas reunidas en una compañía manufacturera del sur de Ohio. "No es acerca del Partido Republicano. Es acerca de Estados Unidos. Y es acerca de la familia de ustedes".
Ya por la noche, ante unos 12.000 simpatizantes en la ciudad de Defiance en Ohio, Romney indicó que "queremos un presidente que genere realmente grandes cambios". Agregó que Obama no los producirá, pero él sí.
Romney desaprobó los comentarios de Mourdock, pero su oficina de campaña dice que continúa apoyando su candidatura al Senado por Indiana.
A menos de dos semanas de las elecciones del martes 6 de noviembre, ambos candidatos hacen una campaña febril por todo el país en una contienda muy reñida.
Los sondeos de opinión pública muestran que Obama y Romney están empatados a nivel nacional. Una encuesta de AP-GfK difundida el pasado jueves indicó que Romney cuenta con el apoyo del 47 por ciento de los probables electores, por encima del 45 por ciento de Obama. El resultado muestra un empate técnico considerando que el margen de error es de 4,2 por ciento.
La disputa será decidida en aproximadamente nueve estados, donde las encuestas muestran competencia muy disputada: Ohio, Florida, Iowa, Nueva Hampshire, Virginia, Carolina del Norte, Colorado, Nevada y Wisconsin.
El presidente también se congratuló por el respaldo anunciado por el exsecretario de Estado Colin Powell, un republicano que también lo apoyó en 2008.
En tanto, el candidato republicano a vicepresidente Paul Ryan estuvo en Virginia, mientras que el vicepresidente estadounidense Joe Biden, también en busca de la reelección, hizo una pausa para asistir a una ceremonia religiosa en honor del exsenador demócrata George McGovern.
El presidente viajará este sábado a Nueva Hampshire y este lunes planea unirse al expresidente Bill Clinton en una gira por tres de los estados más peleados: Florida, Ohio y Virginia.