La OEA aplazó este miércoles ante la falta de consenso una decisión sobre el levantamiento de la suspensión impuesta en 1962 a Cuba y estableció un grupo de trabajo para que trate de forjar un consenso antes de la Asamblea General.
El presidente del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), el canadiense Graeme Clark, convocó a los 34 países miembros del organismo a una primera reunión del grupo de trabajo para las 14:00 GMT del jueves (9:00 a.m. hora de Colombia).
El grupo de trabajo se reunirá en la sede de la OEA en Washington y el propósito es tratar de aunar criterios y llegar a un consenso sobre un único proyecto de resolución antes de la XXXIX Asamblea General, que se celebrará el 2 y 3 de junio en Honduras.
El grupo de trabajo, que está abierto a todos los países, tendrá que informar antes de la Asamblea General a la Comisión General, que prepara la agenda y maneja los proyectos consensuados antes de que lleguen los cancilleres a San Pedro Sula.
El Consejo Permanente decidió tomar nota de los tres proyectos de resolución presentados este miércoles en la sesión ordinaria, junto con los comentarios hechos por las diferentes delegaciones.
El debate prosigue sobre otros puntos relacionados con Cuba, como la inclusión de este tema en la agenda de la Asamblea y la necesidad de convocar en Honduras una reunión de consulta de cancilleres para discutir el levantamiento de la resolución.
Puntos concretos
El debate, el primero que se produce oficialmente en el Consejo Permanente de la OEA desde que el Gobierno fuera suspendido hace casi medio siglo de su participación en una reunión de consulta de cancilleres en Punta del Este (Uruguay), comenzó sin que los países lograran un consenso previo.
Los proyectos corresponden a las delegaciones de Honduras, Nicaragua y Estados Unidos.
La Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) está trabajando en un cuarto proyecto, el cual aún no está registrado.
El embajador hondureño, Carlos Sosa, presentó su proyecto, el cual, con un lenguaje conciso, pide revocar la resolución que suspendió a Cuba en 1962.
Honduras indica en su texto que "las futuras relaciones entre Cuba y la Organización dependerán de la voluntad manifiesta del Gobierno cubano y de los órganos competentes de la OEA".
El segundo proyecto fue leído por el embajador nicaragüense, Denis Ronaldo Moncada, en el que pide revocar "como un acto de justicia y de rectificación histórica hacia Cuba", la resolución, ya que la exclusión de La Habana "viola la Carta de la OEA y el Derecho Internacional, constituye un acto de injusticia y un acto de discriminación inaceptable".