Aeropuertos cerrados, cancelaciones de vuelos, carreteras y tramos ferroviarios cortados y problemas en la electricidad son algunas de las consecuencias de la ola de frío polar que azota a Europa y a Estados Unidos desde hace días.
El Reino Unido, con temperaturas de hasta 13 grados bajo cero en Manchester, lleva días bajo los efectos de la ola de frío, que ha obligado a la cancelación de vuelos, el cierre de aeropuertos y la clausura de más de 2.000 escuelas en zonas de Escocia, Gales y el sureste de Inglaterra.
En Francia, donde 17 departamentos occidentales están en alerta, la nieve ha provocado retrasos en los trenes de alta velocidad y la circulación de carreteras ha registrado problemas.
En Alemania el transporte es el sector más afectado, en concreto la navegación fluvial, y se han tenido que cerrar por congelación numerosos canales y ríos, como 60 kilómetros del canal Elba-Lübeck. Al menos nueve indigentes han muerto hasta ahora en Alemania a causa de la ola de frío.
En Estados Unidos una nueva corriente de frío ha tendido un manto de nieve y vientos helados por la mayor parte del país, con récords de temperaturas bajas que afectan desde el norte del país hasta los estados sureños.
En los últimos días se ha dado cuenta de la muerte de casi una decena de personas debido a las malas condiciones climatológicas, especialmente en estados sureños, muy castigados por la crisis y donde las viviendas no están acondicionadas para el frío.
En Tennessee se han registrado cuatro muertes relacionadas con el frío, incluidas la de una mujer de 81 años que salió a la calle por la noche, y un enfermo de Alzheimer que murió tras permanecer varias horas desorientado en el patio de su casa en Nashville.
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