Omán es un país localizado en la costa del suroriente de la península árabe y su capital es Muscat.
Este destino fue parte de la ruta de Vasco de Gama cuando buscaba el nuevo mundo; debido a esto tiene mucha influencia de Portugal. Actualmente se conoce como el Sultanato de Omán.
La mayoría de su población es árabe, tiene aproximadamente tres millones de habitantes, la economía se basa en el crudo de petróleo y ahora toman fuerza las nuevas inversiones y el turismo.
La moneda es el rial, el idioma oficial el árabe, pero también se habla inglés, urdú y baluchi, que son dialectos de la India.
Viajar es fácil. La visa la expiden directamente en el aeropuerto. También se puede hacer el trámite vía electrónica con la Policía Real de Omán (www.rop.gov.om). El costo es de 20 dólares para una entrada sencilla y válida por 30 días.
Otra opción es la visa de múltiples entradas que generalmente sólo otorgan para negocios y es válida por seis meses.
Para viajar hay varias maneras: vía Europa o Estados Unidos. Varias compañías vuelan por Emiratos y Qatar. Además, existen vuelos directos desde Nueva York y Washington, con conexión a Muscat, la capital, donde se encuentra el Aeropuerto Internacional de Seeb.
Otra alternativa es tomar la ruta Sao Paulo-Muscat vía Dubai, un vuelo de 16 horas.
Entre los atractivos de Omán se destacan las construcciones de los portugueses, como las fortificaciones de Al Mirani y Al Jalali, restauradas en 1981 y actualmente ocupadas por el ejército.
Una visita debe incluir los llamados sokos o bazares, donde se encuentra toda clase de mercancías. El más famoso es el Muttrah Souk.
Vale la pena conocer sus mezquitas; algunas no están abiertas a los turistas, solamente la Gran Mezquita del Sultán Qabooss está abierta a los peregrinos no musulmanes, (todos los días excepto los jueves y viernes), entre las 8:00 y las 11:00 a.m., la entrada es gratuita.
Esta mezquita cuenta con una hermosa lámpara swarovski, tiene el tapete iraní más largo del mundo y curiosamente cuenta con aire acondicionado. Además, es la más grande y alberga más de 20.000 feligreses.
El encanto de este país no termina en su capital, se recomienda conocer el desierto para disfrutar de un safari en camello o un recorrido en auto, así como visitar sus playas.
Al sur está Salalah, la segunda del Sultanato, conocida también como la ciudad del perfume; un destino abierto al turismo de playas y muy popular por su buen clima y naturaleza que la catalogan como un lugar muy fresco.
Pico y Placa Medellín
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