La oposición turca ha solicitado la dimisión del primer ministro del país, Recep Tayyip Erdogan, por la supuesta implicación de personas cercanas a su partido en un gran caso de corrupción vinculado a la adjudicación de concursos públicos, informó este miércoles el diario "Hürriyet".
La detención en las últimas 36 horas de al menos 84 personas, entre ellas tres hijos de ministros, varios magnates de la construcción, el director general de un banco público, asesores ministeriales y un alcalde del gubernamental partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) ha causado un terremoto político en Turquía.
La operación es fruto de tres investigaciones interrelacionadas en las que existen indicios de corrupción, sobornos, malversación y lavado de dinero en la adjudicación de concursos y obra pública, según la Fiscalía.
Entre los detenidos hay tres hijos de ministros, uno del actual responsable de Economía, otro del de Interior, y el tercero del encargado de Medio Ambiente y Urbanismo.
Otro de los detenidos es Ali Agaoglu, dueño de un imperio de la construcción y el octavo hombre más rico de Turquía y el número 527 del mundo, según la lista de Forbes.
Tras las detenciones, cinco altos responsables de la policía de Estambul, incluidos algunos implicados en la investigación de esta operación, han sido destituidos este miércoles, informaron los medios turcos.
"Este es el mayor escándalo en la historia de Turquía. El primer ministro debe dimitir", solicitó el diputado Engin Altay, del laico Partido Republicano del Pueblo (CHP), una petición a la que se han adherido el Partido de Acción Nacionalista (MHP).
Todos los analistas turcos coinciden en que tras estas detenciones existe una batalla soterrada entre el gubernamental AKP y el poderoso movimiento religioso del predicador Fethullah Gülen, con grandes conexiones en la Policía y la Justicia.
Tanto el AKP como la red Gülen son islamistas pero su firme alianza de años se ha roto y se han sucedido gestos hostiles por ambas partes en los últimos meses.
