El exsenador y pastor de la iglesia Bethesda Jorge Enrique Gómez Montealegre deberá devolver un predio en Villanueva (Casanare) a José Joaquín Guevara, un exsocio suyo a quien acusó falsamente de haber usurpado el terreno en un proceso penal que terminó a favor de Guevara.
El caso se remonta a 2006 cuando Guevara hizo un negocio con el pastor Gómez para adquirir una finca conocida como La Comarca a fin de iniciar un proyecto piscícola. El predio fue pagado entre ambos y según los testimonios recogidos en el proceso, Guevara Rico aportó más de 600 millones de pesos en efectivo y el Pastor hizo lo propio a través de cheques posfechados.
Luego, Guevara se hizo cargo de los proyectos de piscicultura en la finca como lagos y cercas, y un día, el 2 de agosto de 2007, el Pastor Gómez dijo que quien fuera su socio había irrumpido en La Comarca, violando las seguridades del predio e insultando a los trabajadores.
Según la versión del Pastor él compró la finca y así estaba consignado en la escritura pública 2592 del 4 de junio de 2007 en la cuál Guevara solo había actuado como testigo. No obstante, en su defensa, Guevara remitió la escritura 1272 del 30 de marzo de 2007 con la cual se le entregó la finca.
El caso terminó en un proceso penal. Guevara Rico fue acusado del delito de invasión de tierras o edificaciones agravada y fue condenado a pagar más de 3 años de cárcel y a pagar una millonaria multa. No obstante, en la Corte Suprema de Justicia todo el caso dio un giro.
La Corte revocó la condena y absolvió a Guevara al encontrar probado que los jueces de instancia no tuvieran en cuenta algunas pruebas. Por ejemplo, el hecho de que en la escritura de marzo 2007 quedó fijado que Guevara tenía el 30 por ciento de la finca y el Pastor Gómez, el 70 por ciento, según un arreglo al que llegaron.
“Cuando terminamos de pagar la finca nos pusimos de acuerdo con Enrique Gómez que él había puesto más plata entonces que hiciéramos la escritura con el 30% para mí y el 70% para él y así fue como le ordenamos al vendedor que nos corriera la escritura y él efectivamente mandó hacer la escritura en la notaría 42”, relató Guevara a la Justicia.
Pero el Pastor Gómez nunca firmó dicha escritura sino que, según el testimonio de Guevara, presionó a un tercero para hicieran una nueva en la que él figuraba como único comprador.
Para la Corte, tampoco se tuvo en cuenta el hecho que los trabajadores de la finca reconocían a Guevara Rico como la persona que venía trabajando en la finca ni una resolución de la Unidad de Justicia Municipal de Villanueva que protegió el derecho de Guevara sobre el predio, entre otros, que permitían señalar que no hubo ninguna usurpación del terreno.
“Un elemento inocultable que revelan las pruebas antes relacionadas, es que para el 2 de agosto de 2007 cuando, según el querellante se produjo el acto invasivo, el procesado se encontraba establecido en la finca La Comarca, pues en ella venía levantando al parecer durante el año y medio anterior, una importante infraestructura destinada a la producción y explotación piscícola”, señaló la Corte Suprema de Justicia.
En el fallo de 48 páginas, la Corte señaló que tanto la Fiscalía como los jueces del caso tenían diversos elementos de juicio que informaban sobre la posesión del inmueble por parte de Guevara y aún así no comprobaron desde que fecha estaba en el predio ni por qué.
En ese sentido, la Corte absolvió a Guevara y ordenó que el predio que había sido entregado al Pastor Gómez, le sea devuelto a su exsocio mientras la justicia civil define el pleito sobre la titularidad de La Comarca.
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