Hace unas semanas en entrevista con El Colombiano, el exministro Álvaro Leyva Durán dijo que el proceso de paz "va a depender más de lo que pueda hacer Chávez, que de la buena intención que pueda tener el presidente" Juan Manuel Santos. Y ahora que el expresidente venezolano murió, ¿qué pasará con el proceso de paz? ¿Cómo lo afectará?
El mismo mandatario dijo ayer por medio de un comunicado en Twitter que "si hemos avanzado en un proceso sólido de paz con avances claros y concretos, avances como nunca se han logrado con la guerrilla de las Farc, es también gracias a la dedicación y compromiso sin límites del presidente Chávez y del gobierno de Venezuela".
Incluso, al comienzo de los diálogos en Cuba, tras conocerse la reelección de Chávez, Rodrigo Granda, uno de los negociadores de las Farc, expresó que su triunfo "ayuda a acercar posiciones respetando cada parte por igual y con un clima de confianza y respeto".
No hay que olvidar que Chávez pidió el estatus de beligerancia para Farc y Eln y desconoció a estas guerrillas como grupos terroristas.
Apoyo a proceso continuaría
Sobre el futuro de la influencia venezolana en las conversaciones del Estado con la guerrilla, el representante a la Cámara, Iván Cepeda, quien esta semana visitó a la comisión de las Farc en La Habana (Cuba), reconoce que "Chávez ha tenido una influencia muy significativa en este proceso y contribuyó al acercamiento entre Gobierno y Farc. Y se dice que en algún momento de crisis de los acercamientos Chávez jugó un papel decisivo".
Sin embargo, señala que hoy la mesa de conversaciones tiene una "dinámica propia y por ahora no es indispensable una mediación permanente. Creo que Venezuela continuará acompañando el proceso independiente de cualquier cambio".
Cepeda agrega que sin importar si en el gobierno continúa el chavismo o llega la oposición, se mantendrá el apoyo como una política de Estado. "La paz en Colombia es garantía para la seguridad y la estabilidad de la región. Venezuela se ve afectada por el conflicto armado colombiano, debe ser de su interés".
Una opinión similiar tiene el excomisionado de Paz, Víctor G. Ricardo, negociador del gobierno en los diálogos de paz con las Farc en el Caguán.
"La muerte de Chávez no debe perjudicar ni desacelerar el proceso de negociación porque eso significaría que no tiene bases sólidas. Cualquiera que sea su sucesor, Maduro, Capriles o Cabello, considero que va a continuar el apoyo a los diálogos", asegura Ricardo.
En cuanto a la participación del gobierno venezolano como acompañante del proceso de paz, el excomisionado sugiere que su similar de Colombia debe acordar con el próximo presidente que la negociación con la guerrilla se mantenga independiente a las relaciones económicas y políticas. De esta forma, según Ricardo, "se evita que un traspiés en los diálogos afecte las relaciones bilaterales".
Una de las voces que sí apuesta a un cantidato presidencial venezolano más favorable al proceso de paz es la del expresidente Ernesto Samper Pizano, quien sostiene que Nicolás Maduro, como directo heredero del chavismo, mantendría un respaldo más decidido. "Capriles ya ha manifestado que su prioridad son los problemas internos".
Sin la injerencia de Chávez, los diálogos se reanudan en La Habana el 11 de marzo.
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