Los anuncios de expropiación realizados por el presidente Venezolano ocurren en medio de una profunda crisis económica que lo ha obligado a adelantar la reforma de su gabinete ministerial.
Sin embargo, sectores opositores descartaron que la renovación de su equipo económico y el aumento salarial del 25 por ciento se traduzcan en una mejoría de la perspectiva económica del país, que comenzó este año con una fuerte devaluación y una crisis de energía sin precedentes.
La fusión de los ministerios de Planificación y Finanzas y el nombramiento de Alí Rodríguez en el Ministerio de Energía Eléctrica, no son suficientes para salir de la coyuntura, dicen opositores.
El dirigente Cipriano Heredia, afirmó a Efe que los cambios ministeriales "son paños calientes" que aplica el presidente, a quien achacó un estado de "gran nerviosismo" por el efecto negativo que ha tenido sobre su popularidad la crisis de energía y la devaluación.
En declaraciones a la prensa local, Heredia añadió que la remodelación del gabinete económico no aclarará el panorama del sector, porque no evidencia un viraje en la política económica.
En ese sentido, el dirigente sindical Manuel Cova, afirmó a la misma agencia que mientras el Gobierno mantenga sus amenazas contra el sector privado persistirá la crisis económica, derivada, a su juicio, de la poca productividad nacional y la dependencia de la renta petrolera.
Cova también calificó de insuficiente el aumento del 25 por ciento del salario mínimo, y exigió que ese ajuste sea del 60 por ciento en tanto argumentó que la fuerte devaluación tendrá un impacto del 60 por ciento en la inflación de este año.
La inflación cerró en 2009 con tasa de 25,1 por ciento, inferior a los 30,9 por ciento de 2008.
El pasado lunes 11 de enero entró en vigor un nuevo esquema cambiario con dos tasas controladas, de 2,6 y 4,3 bolívares por dólar, que significó una devaluación de 20,9 y 100 por ciento respecto a la tasa única anterior de 2,15 bolívares.
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