Gracias al buen manejo que Colombia hizo de la deuda externa durante los años ochenta del siglo pasado, en la época de la conocida crisis latinoamericana, y a la serie de reformas económicas que emprendió la administración de César Gaviria a principios de la década de los noventa, el país recibió, en ese momento, el grado de inversión. De esta forma, Colombia se destacaba como uno de los pocos países latinoamericanos que había obtenido dicho grado.
A raíz del deterioro que sufrió la economía colombiana durante la segunda mitad de la década de los noventa, fruto de la mala gestión dada por el Gobierno Samper a la misma, en 1999 se perdió el grado de inversión. En los años que siguieron, mientras las administraciones de turno y sus respectivos ministros de Hacienda realizaban distintos esfuerzos tendientes a corregir y fortalecer el rumbo de la economía, no fue posible recuperar el grado de inversión otorgado por las grandes calificadoras de riesgo, como Standard and Poors, Moody´s Investor Services y Fitch Ratings.
En el entretanto, otras naciones latinoamericanas recibieron ese reconocimiento y, hoy en día, países como Brasil, Perú, Chile, México y Panamá lo tienen.
Sin embargo, los esfuerzos realizados por las dos administraciones del Presidente Uribe junto al manejo responsable que actualmente se le viene dando a la economía, finalmente produjeron sus frutos. Así, en estos días la firma Standard & Poor´s le concedió a Colombia, de nuevo, la calificación de grado de inversión. Debieron pasar 12 años para que el país fuera visto, por los grandes inversionistas del mundo, con mayor confianza y credibilidad.
Aunque en estos días se especuló que algunos movimientos en el mercado de acciones y de divisas respondían a este reconocimiento, la realidad es que muchos analistas tenían, desde finales del año 2010, la percepción de que, más pronto que tarde, vendría el grado de inversión, pues ya las tres calificadoras de riesgo le habían dado a la deuda colombiana una perspectiva positiva. De esta manera, el mercado ya había dado por descontado este hecho.
Ahora lo que falta es que las otras dos calificadoras también otorguen el grado de inversión, pues muchos fondos y grupos del exterior requieren, para realizar sus inversiones, que el respectivo país tenga el reconocimiento de por lo menos dos calificadoras. Si ello se concreta, es de esperar que el flujo de inversión extranjera, tan determinante para el desarrollo de un país, impulse el crecimiento y la expansión de los distintos sectores económicos.
Entre las razones que llevaron a Standard & Poor´s a aumentar la calificación están: el aumento de la resistencia de la economía colombiana a choques externos; un mercado de capitales más profundo; una mejoría en la liquidez externa; y la mayor estabilidad política. Al tiempo que se hace este reconocimiento, la misma firma destaca los retos que el país tiene en materia de: infraestructura, seguridad y consolidación del sector energético minero.
Es claro que, como se reconoce a nivel mundial, hacia el futuro, Colombia tiene grandes perspectivas de crecimiento y desarrollo, y que el grado de inversión nos abre más posibilidades de entrada de capitales, pero lejos estamos de haber terminado la tarea, por el contrario, ella sólo comienza ahora. El Ejecutivo, el Banco de la República y el Congreso de la República tienen, en sus diversos campos de acción, la responsabilidad de hacer realidad estos potenciales.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6