Si se trata de sacar adelante una cosecha, hasta la última gota de insecticida es útil, pero una vez se acaba ¿Qué hace con el envase?
Por su actividad de productores agrícolas, los campesinos llegan a ser generadores de residuos peligrosos y su papel, aunque sencillo, es de gran importancia.
Con base en la resolución 693 de 2007 del Ministerio del Medio Ambiente, las empresas, fabricantes o importadoras, que ponen plaguicidas en el mercado deben presentar un plan posconsumo del producto: de recolección y destrucción responsable.
En Colombia, 17 de éstas son representadas por Campo Limpio, corporación sin ánimo de lucro que busca promover la adecuada devolución y disposición final de los recipientes vacíos de agroquímicos.
En esta tarea hay una responsabilidad compartida, que empieza desde los mismos agricultores pero en la que autoridades y distribuidores también hacen parte de la cadena.
Cualquier tipo de embalaje, envases y bolsas, que haya contenido un plaguicida, insecticida o herbicida debe ser recolectado con el fin de entregarlo al programa.
A los agricultores les corresponde almacenarlos una vez le hayan hecho el triple lavado: al finalizar la utilización del producto el envase debe lavarse tres veces pero con unas técnicas ambientales, explicó Yonier Rondón, coordinador operativo en Antioquia.
La indicación es lavarlo en el mismo sitio donde se preparan las mezclas, añadir agua limpia (hasta un cuarto del envase), sacudir y utilizar de nuevo el enjuague para efectos de fumigación.
"No es que el agricultor coja el tarro plástico y lo lave en una quebrada o en la poceta de la finca" advirtió.
Aunque de esta manera no se contaminan aguas ni suelos, para evitar intoxicaciones hay un procedimiento adicional.
Perforarlo, con el fin de evitar la reutilización.
"Hemos visto casos en que los agricultores envasan agua o leche, desconociendo los riesgos que puede traer a la salud", advirtió.
Después de lavado y perforado, la tarea es almacenarlo. Enterrarlo o quemarlo es una inadecuada disposición de estos residuos.
Al quemarlos, por ejemplo, "se generan unas sustancias tóxicas que afectan la capa de ozono y producen enfermedades".
El programa, que funciona en todo el país, tiene presencia en 56 municipios de Antioquia.
En Chigorodó y Turbo (Urabá), y en el Oriente, "zona de mucha agricultura", existen centros de acopio de los recipientes o se realizan jornadas de recolección por las veredas.
Averigüe en su municipio, almacén o distribuidor donde lo adquirió, sobre estos centros de acopio, si aún no hay, las autoridades municipales pueden participar del manejo posconsumo en pro del cuidado del medio ambiente de su región.
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