El presidente de la República, Juan Manuel Santos, inició este miércoles su visita oficial de dos días, con fuerte contenido económico, a Portugal.
El jefe de Estado, que llegó el martes pero permaneció en Lisboa en visita privada, abrió los actos oficiales de su agenda con una ofrenda floral al poeta portugués Luiz Vaz de Camoes, la mayor figura de las letras lusas, en el Monasterio de los Jerónimos.
El presidente, acompañado de su esposa, María Clemencia Rodríguez, y una comitiva de ministros y empresarios, hizo un recorrido por el emblemático monasterio lisboeta que desde la desembocadura del río Tajo vio partir a los grandes navegantes portugueses del siglo XVI.
Tras el acto en los Jerónimos, con el que arrancan las visitas de mandatarios extranjeros a Portugal, Santos se trasladó al cercano Palacio presidencial de Belem para mantener su primera reunión de trabajo con el jefe de Estado luso, el conservador Aníbal Cavaco Silva.
La comitiva de Santos fue escoltada por un fuerte contingente policial en un breve recorrido por Lisboa, que siente los efectos de la huelga general declarada este martes en el país.
Después de la reunión con Cavaco, Santos participará en un almuerzo con algunos de los principales empresarios y banqueros de Portugal y visitará el ayuntamiento de Lisboa, cuyo alcalde, Antonio Costa, le entregará las llaves de la ciudad.
Los actos de la primera jornada de Santos en Portugal concluirán con la inauguración de la exposición Víacrucis, la pasión de Cristo, que se muestra por primera vez en Europa, el maestro antioqueño Fernando Botero en el Palacio de Ajuda, y una cena de honor que le ofrecerá Cavaco en otro palacio, el de Queluz, en las afueras de la capital.
El martes, Santos afirmó que quiere "fortalecer" la relación con Portugal e incrementar la ya creciente inversión y comercio bilateral.