El presidente de la República, Juan Manuel Santos, confía que se restablezca el orden público en Ecuador, donde se decretó el estado de excepción en todo el territorio por las protestas que realizan los policías en las principales ciudades del país en rechazo a una reforma legal que elimina beneficios económicos para la Fuerza.
A través de un comunicado, se informó que el Mandatario colombiano se comunicó telefónicamente con su homólogo Rafael Correa. "Colombia respalda el Gobierno del Presidente Rafael Correa, quien fue elegido de forma democrática por el pueblo ecuatoriano", afirma la nota.
De igual manera, se conoció que Colombia respalda la convocatoria extraordinaria de los países de la Unasur, con la que se buscará una solución a la crisis y por esa razón Santos viajará a Buenos Aires, en compañía de la canciller María Ángela Holguín, para participar en la reunión.
Otras declaraciones
Gobiernos y organismos regionales e internacionales salieron este jueves en defensa del Gobierno y el orden institucional en Ecuador ante las protestas de policías y militares por cuestiones salariales que, según el presidente Rafael Correa, esconden un "intento de golpe de Estado".
Las protestas, en las que se vio envuelto el propio Correa al acudir a un regimiento en la capital donde se concentraban los policías descontentos, que han tomado dependencias oficiales y abandonado sus funciones como guardianes del orden, han motivado la declaración del estado de excepción por una semana en todo el país.
La Organización de Estados Americanos (OEA) convocó inmediatamente una reunión extraordinaria de su Consejo Permanente y lo mismo hizo la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
"Sudamérica no puede tolerar bajo ningún aspecto que los Gobiernos elegidos democráticamente se vean vistos presionados y amenazados por sectores que no quieren perder privilegios y prebendas", señaló el secretario general de Unasur, el argentino Néstor Kirchner, en un comunicado antes de convocarse la reunión.
Además, el presidente de Perú, Alan García, ha anunciado que los cancilleres de Sudamérica viajarán a Guayaquil para "defender la democracia" en Ecuador, sin precisar la fecha.
En su reunión en Washington, el Consejo de la OEA aprobó por aclamación una resolución que respalda por unanimidad "al Gobierno Constitucional de Rafael Correa" y repudia "cualquier intento de alterar la institucionalidad democrática" en Ecuador.
Además pidió al Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, "que brinde toda la cooperación de la Organización a solicitud del Gobierno de Ecuador".
Hasta ahora no hay un panorama claro de la situación en Ecuador, de ahí que haya diferencias entre los Gobiernos a la hora de calificar lo que está ocurriendo.
El Gobierno español calificó desde el primer momento la situación como un "intento de golpe" y condenó "firmemente" cualquier ruptura de la legalidad constitucional, al tiempo que reiteró "su apoyo al Gobierno legítimo y a las instituciones democráticas de Ecuador".
De la misma manera, el presidente venezolano, Hugo Chávez, dijo en su cuenta de Twitter que "están tratando de tumbar al Presidente Correa" y pidió a los pueblos de la Unión de Naciones Suramericanas que estén "alertas".
Más tarde, Chávez llamó a los militares ecuatorianos a evitar un golpe de Estado en su país así como a impedir que los policías rebeldes masacren al pueblo o maten al presidente Rafael Correa.
El Gobierno de Estados Unidos dijo que apoya plenamente al presidente ecuatoriano, Rafael Correa, y "deplora cualquier violencia" vinculada con los disturbios en ese país, dijo a Efe un portavoz del Departamento de Estado.
Para el presidente de Bolivia, Evo Morales, se trata de una "vergonzosa conspiración" que está dirigida a dar un "golpe de Estado", para "evitar a la fuerza y por la violencia, como ocurrió en Honduras, el imparable cambio revolucionario en toda América Latina".
El canciller de Brasil, Celso Amorim, se comunicó con su homólogo de Ecuador, Ricardo Patiño, a fin de expresarle su "solidaridad" con el Gobierno y "la democracia" de esa nación, ante las protestas convocadas por policías y militares.
Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, denunció un "nuevo intento de golpe de estado" contra el jefe de Estado de Ecuador y llamó a los Gobiernos de la región a movilizarse y respaldar a un gobierno "caracterizado por su apego a la democracia a las leyes y sobre todo definido por el amor a su pueblo".
El Gobierno de Cuba condenó "el golpe de estado que se desarrolla en Ecuador", expresó su "completo respaldo" al presidente Rafael Correa y emplazó a Estados Unidos a pronunciarse contra la intentona golpista porque "una omisión lo haría cómplice".
Por su parte, el Secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias, expresó su "solidaridad con la democracia ecuatoriana" y el "rechazo a cualquier tentativa de alterar el orden constitucional" en el país andino.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, mostró también su "pleno apoyo" a Rafael Correa y a su Gobierno, al tiempo que condenó "los intentos de cambiar el orden constitucional".
Sin entrar en calificar lo ocurrido, el Gobierno mexicano manifestó su preocupación y su respaldo al presidente Correa por unos "hechos que pueden afectar la vida institucional" de Ecuador y confió en que se pueda encontrar una solución dialogada.
Desde Panamá, el Comité de la Internacional Socialista de América Latina y el Caribe (Cisalc) hizo un llamado a todas las instituciones democráticas de la región y del mundo a pronunciarse "inmediata y enérgicamente" en defensa de la democracia ecuatoriana.
"Costa Rica, una democracia desarmada unilateralmente, condena toda tentación de golpe de Estado y reafirma sus convicciones a favor del diálogo y la institucionalidad democrática", indicó la Cancillería de ese país en un comunicado.
El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, expresó su rechazo ante la "sublevación de sectores armados" en Ecuador y elogió "el gesto de patriotismo del pueblo ecuatoriano que a estas horas se moviliza para defender la institucionalidad agredida".
"El Gobierno del Perú respalda plenamente el derecho democrático y la autoridad democrática del presidente Correa y rechaza enérgicamente cualquier acto de insurgencia contra quien representa la voluntad del pueblo ecuatoriano", subrayó Alan García.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, expresó su "más absoluto respaldo" de su Gobierno "al orden constitucional, a la democracia y al Gobierno constitucional del presidente Rafael Correa" y su rechazo al uso de la fuerza "fuera de los cauces legales".
El primero en reaccionar fue, sin embargo, el Gobierno argentino, que expresó nada más ocurrir los incidentes en el Regimiento Quito su "profunda preocupación" por las protestas de los policías.