La temporada invernal que estamos viviendo era previsible. La había pronosticado el Ideam, al advertir una extensión del fenómeno de La Niña hasta junio. Como guerra avisada no mata soldado, lo que debemos procurar ahora es que, tomando todas las precauciones del caso, se minimice el riesgo de muerte, pues en 2010, a raíz de las fuertes lluvias que provocaron inundaciones, avalanchas y deslizamientos de tierra, se presentaron en el país más de 300 víctimas.
Una de las formas en que la población puede ser partícipe de este propósito, para evitar morir en este invierno, es estar alerta. Por eso, ahora que muchas familias están preparando su viaje para salir mañana a disfrutar de la Semana Santa, conviene acatar todas las recomendaciones de las autoridades para tener un desplazamiento tranquilo y seguro.
Lo primero que habría que advertir es que el invierno, con una escasa tregua de dos meses que no se aprovechó para recuperar las vías, ha hecho intransitables numerosos trayectos. En estos momentos hay cerradas 15 vías nacionales y alrededor de 230 tramos con paso restringido. El tránsito en 11 departamentos se dificulta porque la tierra ha absorbido demasiada agua. Dado que esta ola invernal está concentrada en la zona andina, los mayores riesgos los enfrentan Antioquia, Boyacá, Cauca, Cundinamarca, Huila, Eje Cafetero, Nariño, los Santanderes, Tolima y Valle del Cauca.
Sin ser alarmistas, hay que advertir que pueden presentarse deslizamientos y derrumbes. La mejor recomendación es prudencia a la hora de manejar por las carreteras nacionales en esta Semana Santa. Antes de viajar consulte las páginas del Invías (www.invias.gov.co) y Policía Nacional (www.policia.gov.co), en el link, Estado de las vías. Evite transitar de noche y procure salir en la madrugada, cuando las lluvias son de menor intensidad. Y en caso de estar ya en carretera y observar que aumenta la fuerza de las precipitaciones, deténgase en un lugar seguro.
Hay que tener en cuenta también los posibles desbordamientos de los ríos y estar atento a eventuales crecientes súbitas de quebradas. Sobre el Cauca y el Magdalena hay ya voces de alerta. Las alarmas se han encendido en cinco grandes represas, que posiblemente tengan que abrir compuertas, ya que en la breve pausa invernal no tuvieron la precaución de descargar sus aguas.
En cuanto al transporte aéreo también se han presentado dificultades, y a los cierres por mal tiempo se agregan restricciones por inundaciones en algunos aeropuertos.
Las autoridades han prometido extremar las medidas de seguridad, al igual que en todos los destinos están dispuestos a prestar su colaboración la Policía de Carreteras, la Defensa Civil y la Cruz Roja, en tanto que más de 3.500 hombres, con maquinaria, trabajan para remover los derrumbes que ahora se presentan.
Estar alerta y ser prudente puede minimizar los riesgos. En muchos sitios del país están esperando a los turistas, pues esta temporada de vacaciones representa un buen ingreso para los hogares y las economías locales. Más de 42.500 vehículos de transporte público, al igual que unos cinco millones de autos particulares se movilizarán en estos días santos. No se trata de suspender el viaje, pero sí de tomar todas las precauciones necesarias para poder disfrutar en familia de estos días de reflexión, relajación y descanso.
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