Así creyera en sus condiciones, las mismas que lo llevaron a ganar una medalla de oro en el pasado Mundial juvenil en Cali, ayer uno de los más asombrados con el llamado para viajar a Bulgaria, a integrar el seleccionado nacional olímpico, era el propio interesado, el haltero Luis Miguel Pineda Madrid, forjado pesista en Antioquia aunque oriundo de Montería.
"Estoy listo, muy contento, y aún sorprendido", señaló a EL COLOMBIANO. A sus 20 años se cree con capacidad para "pelear por un cupo a Pekín", en los 69 kilogramos, así le toque calibrarse con su amigo, el paisa Gabriel Mena, quien ya se está en Bulgaria.
Pineda se hizo haltero en Apartadó. Ahora vive con su familia en Medellín. Anoche apuraba maleta porque, según él, llevará poco equipaje. Allá le aguardan sus uniformes de prácticas del equipo.
Ganador de una medalla de oro y una de bronce en el Mundial joven que terminó dos semanas atrás en Cali, este levantador confía en quedarse con el puesto merced a sus marcas: 140 kilos en arranque y 180 en envión. Tendrá, sin embargo, que pelear duro porque Mena registra 150 y 182 o que éste suba a los 77 kilo y le deje el espacio. Claro que todo depende de la estrategia del técnico Gantcho Karoushkov que sube y baja de división a los pesistas según las circunstancias.
"Me he ilusionado con los Olímpicos y no voy a perder esta oportunidad", expresó. Hoy, al lado de otra ilusión criolla, Leydi Solís, viaja a Bogotá antes de volar a Bulgaria.
Lo malo del paseo es que otras dos cartas de Antioquia, Jackeline Heredia y Nísida Palomeque, ambas de brillante actuación en el Mundial juvenil, no fueron convocadas y se quedaron en Medellín. Unas por otras.
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