El mundo sórdido del narcotráfico, de las bandas y de los carteles, trae consigo un morbo tramador y enganchador. En el cine, en la TV y en los libros, los traquetos y sicarios han sido mostrados como son: unos violentos, que le vendieron el alma al diablo a cambio de billete rápido conseguido con polvo blanco, armas, nenas infladas de silicona y la corrupción bajo el amparo de la Ley del Talión y del gatillo fácil.
Rosario Tijeras, La Sierra, Sin Tetas no hay Paraíso, Sumas y Restas, El Cartel de los Sapos, No Nacimos pa' Semilla, La Parábola de Pablo, Noticia de un Secuestro , son solo algunos ejemplos, y el que no haya visto algún capítulo o leído un libro de este tipo, que tire la primera piedra o que se desmovilice.
Personalmente, valoro que esas historias se cuenten porque es una forma de ver la sociedad que permitimos construir. Un espejo de la realidad y la oportunidad de ver lo nefasto que eso ha sido. ¿Por qué esta gente hace lo que hace? Indagar el porqué una mente se vuelve tan perversa, siempre será interesante.
Además, de una u otra manera, todos hemos estado cerca de las historias del peor flagelo de este país. En toda familia casi siempre hay un calavera, en los barrios siempre hay un metelón que termina siendo pillo, el regalo de quince de muchas niñas son unas tetas bien montadas y si es del caso, "pedimos un crédito para darle gusto a la niña", dicen los papás. Y como dice el dicho, hazte fama y échate a dormir: vivimos en el Silicon Valle de Aburrá.
Pero cuando el tema lo frivolizan ahí sí que da rabia. Y pasó, con nombre propio: Canal RCN . Por estos días empezó la serie El Capo y sí, está muy bien hecha, muy buenos actores y pinta interesante.
Sin embargo, la campaña de expectativa se la soltaron a los periodistas de farándula. Craso error. Lo único que hicieron fue hacer notas tontas y apologéticas del siguiente corte: el top de los capos, capos a la moda, los carros de los capos. Más rabia aún. Miren pues cómo, en la voz de Sergio Barbosa, un periodista que no es ni cinco de agradable, hablando de los grandes capos de la historia, describió a John Gotti, The Teflon Don, el jefe de la Familia Gambino, uno de los padrinos de la mafia neoyorquina: "Don Teflón era un capo que cuando asesinaba a sus víctimas usaba trajes de miles de dólares para hacer todo con mucho estilo" y remató con lo siguiente: "si quiere conocer al más grande de los capos, al más rico, al más lujurioso, no se despegue de Nuestra Tele". Tipo ridículo e irresponsable.
¿Qué pensarán las familias de las víctimas del narcotráfico, que no son pocas por demás, con semejante apología y frivolidad frente a un tema que solo ha dejado ríos de sangre y dolor? No pues, como quien dice, qué cuca ser capo. Si no eres capo, estás out. Apague y vámonos.
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