Hacer futurología en términos políticos es bastante complicado, porque los resultados siempre van a depender de los factores presentes en el momento exacto que los ciudadanos toman las decisiones. Pero cuando hay unos elementos que parecen consistentes y además, se tienen otras experiencias similares, es posible inferir algunos rumbos que puedan darse. Uno de los más importantes en este momento es conocer quién puede ser el siguiente después de la era Uribe; y no solamente por ver cómo andan las apuestas, sino porque los posibles gobernantes post uribismo, tienen que prepararse para llegar luego de un momento tan polarizado como este.
Creo, como lo he planteado varias veces en esta columna que si Uribe va, ganará sin angustias. Pero sino puede competir y sus pupilos quieren mantener el poder por cuatro años más, deberán llegar indefectiblemente juntos a la primera vuelta; de lo contrario, correrían un enorme riesgo. Así, entonces, habrán conservado la presidencia en 2010 y el final de esa era vendría en 2014. ¿Quién podría llegar después?
Pueden existir múltiples respuestas, cada una acomodada a intereses personales, pero lo que difícilmente se podrá refutar es que si el Partido Liberal emprende una clara estrategia de retoma, podría revertir la pérdida de espacios como las curules que se fueron en el Congreso de 2006 y las que seguramente perderá en 2010.
Para regresar a la senda del poder tendrían que concurrir, sin embargo, varios factores. El primero es que se salga de la polarización y le deje los extremos al uribismo y al Polo; el segundo, que conforme una especie de 'gabinete a la sombra' como hacen en Inglaterra, en el que cada uno de esos ministros permanentemente esté contándole al país qué harían ellos si gobernaran, así dejarían sólo de hacer oposición de la que aburre y aleja seguidores, y harían contrapeso sano que inclinaría la balanza a su favor; y lo tercero es concentrarse en recuperar poder regional en las elecciones de 2011.
En el año 2000, el PRI perdió la presidencia en México luego de 71 años de gobernar ininterrumpidamente, se habló incluso de la muerte del gigante. Cuando se dieron cuenta que no era con oposición obsesiva hacia el gobierno como iban a regresar, sino volviendo a las bases y retomando primero los poderes locales, empezó su recuperación: hoy tienen 19 de las 32 gobernaciones y este año obtuvieron la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados. Además su posible candidato, Enrique Peña Nieto, se perfila como el próximo presidente mexicano en 2012.
La estrategia viene funcionando para el PRI. Si el Partido Liberal se organiza, podría seguir la misma senda y conseguir la presidencia de Colombia en 2014; si mantiene su ritmo actual, se alejará cada vez más del poder. También hay gigantes que mueren.
P. S.: Los congresistas de las Comisiones Primeras de Senado y Cámara no han aprobado la ley que reglamenta la Reforma Política para evitar la presencia de parapolíticos y demás engendros. Los electores deberíamos informarnos quiénes son y pedirles cuentas.
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