El mundo, con sus avances incontrolables de poderío, de ciencia, de tecnología y de soberbia, nos está conduciendo hacia un abismo inconmensurable de satisfacción de toda clase de necesidades para el ser humano. Que necesita día a día de más cosas superfluas en abundancia para satisfacer sus necesidades, pero también para conseguir otras menos necesarias para complacer su vanidad y disfrutar de cosas innecesarias y superficiales en relación con las necesidades básicas y cotidianas de la vida.
Es cierto que es necesario el avance permanente en las áreas del conocimiento, la investigación, la tecnología, el estudio y el desarrollo empresarial a todo nivel. Localizar la información, el conocimiento y la apertura de nuevas fronteras hacia el conocimiento y desarrollo de los pueblos menos favorecidos, para dar mayor confiabilidad, comodidad y servicios en las áreas de las comunicaciones, la salud, el estudio, la recreación, el empleo y el conocimiento adecuado en cuanto el desarrollo y conocimiento de la economía mundial.
Es necesario para la humanidad una mejor y mayor alimentación y rendimiento para el adecuado desenvolvimiento y desarrollo físico, mental, espiritual, moral, ético de todos los seres humanos en cualquier lugar donde se encuentre.
Necesitamos del cuidado y protección de nuestros recursos humanos y ambientales para nuestro desarrollo y bienestar en la permanencia aquí en la tierra y para nuestros descendientes. Los árboles que son el pulmón del mundo y todos los demás recursos naturales que son fuente de salud y vida y que hoy en día con la industrialización deshumanizada y agresiva nos amenaza constantemente en nuestras vidas, por una contaminación ambiental amenazante y destructora frente al poderío y soberbia de los países industrializados, poderosos y ricos.
Observando cada día la diferencia impresionante entre los países ricos, poderosos y soberbios y los países pobres llenos de miseria, pobreza, desolación, angustia y desesperación.
Debe ejercerse un plan urgente de choque para prestar la ayuda necesaria, única e impredecible para que los países pobres puedan ver resueltos sus problemas más agudos e inmediatos y así poder ir saliendo del subdesarrollo aterrador en que se encuentran por falta de los recursos económicos adecuados para que estén en capacidad de creación de industrias, fuentes de trabajo.
Fomentar a todo nivel el crecimiento de la economía por medio de créditos blandos y a largo plazo para emprender un desarrollo industrial adecuado. Capacitación en recursos humanos con la alfabetización de sus gentes a través del estudio, el sembrado, la recuperación de tierras fértiles y necesarias y apropiadas para la ganadería, el pastoreo, la agroindustria, la irrigación de los campos y la fertilización que tanto bien hace a un país para poderlo alimentar y así fomentar la exportación de sus productos para obtener sus divisas y buenos resultados para el desarrollo y crecimiento industrial y empresarial.
La diferencia entre la riqueza y la pobreza se caracteriza más que todo por la soberbia, ambición desmedida del ser humano por conquistar más y más de lo necesario, con una vida austera y disciplinada y por no compartir con el más necesitado y angustiado.
No de lo que sobra, sino por el contrario, aportando el conocimiento, la experiencia, la ciencia, la alta tecnología, la investigación, el descubrimiento para beneficio de la humanidad agobiada y doliente.
Sólo en esta forma de servicio desinteresado y eficaz, podrá algún día existir la paz tan anhelada, pero tan lejos de ser alcanzada. Por el egoísmo, el odio, la envidia, la soberbia y el poderío del ser humano hacia sus congéneres.
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