Una de las entidades de investigación económica más prestigiosas del país está estrenando director.
Roberto Steiner, economista de larga trayectoria en el país y más allá de sus fronteras, fue nombrado director de Fedesarrollo y desde ya se anticipa una gestión en la que independencia, controversia y agudeza serán los ingredientes cotidianos.
¿Cree que el recorte del gasto público es suficiente para frenar la inflación o se requieren medidas adicionales?
"La política fiscal debe hacer una contribución importante para reducir la presión inflacionaria. En el marco fiscal de mediano plazo, para 2009, el crecimiento del gasto público va a ser de 13 por ciento, eso se me antoja muy elevado. Una cifra del orden del 11 por ciento sería un apoyo más significativo. De lo contrario recae más peso en el Banco de la República".
¿Está de acuerdo con que la inversión extranjera directa (IED) afecta aún más el comportamiento cambiario?
"Ese es el costo inevitable, pero hay que aceptarlo por los beneficios que representa. Hay capitales especulativos que se deben evitar, pero si uno mira las cifras de la balanza de pagos de Colombia es obvio que lo que está llegando es IED y eso refleja la confianza que hay en el país".
¿Qué más se puede hacer para que la tasa de cambio golpee menos a los exportadores?
"Desde 1999 tenemos un régimen de cambio de flotación que sugiere que el mercado es el que define la tasa. Cuando las cosas iban mal por la incertidumbre económica, en 2002, el dólar se ubicó cerca a los tres mil pesos, ahora que las cosas van bien el dólar tiene que caer. Pensar en contrarrestar fuerzas globales no es correcto. No soy insensible a la presión que esto genera en algunos sectores y veo que el Gobierno ha hecho lo que ha podido, pero lo que uno espera es que esas acciones se hagan dentro de la presión fiscal que existe y que se hagan de manera clara y transparente".
¿Se refiere a los subsidios por sectores?
"Hay que mirar con cuidado la política de otorgar subsidios a los sectores afectados por la revaluación. Esos subsidios deben ir dirigidos a sectores que sean rentables en un entorno de largo plazo. No descartaría que con la presión cambiaria que obedece a asuntos estructurales, va a haber sectores que no son competitivos. Si eso se identifica, creo que es un mal uso del recurso público mantener ese respirador artificial".
Qué sectores se deben racionalizar, entonces.
"No me corresponde decirlo, creo que no tengo todos los elementos. Pero sé que no tiene sentido una política que le dé viabilidad a un sector solo con los subsidios de carácter permanente. Hay algo que tiene que quedar muy claro: la política económica no debe tener una orientación sectorial. Debe ser clara, transparente, impersonal e integral. Una buena política beneficia a todos los sectores."
Usted se ha mostrado pesimista frente a la aprobación del TLC en el próximo gobierno de E.U. ¿Qué alternativas hay?
"Creo que Colombia tiene un norte clarísimo frente a la necesidad de acuerdos comerciales amplios con Estados Unidos, pero también con otros países y otras regiones. Creo que el acuerdo con Estados Unidos es un paso importante en el esfuerzo de incrementar la apertura comercial del país y no pienso que la no aprobación deba interpretarse como un resbalón en el camino, que sigue siendo amplio y debe conducir a regiones como Asia y otros países de América Latina".
Frente a la reducción del poder adquisitivo en los colombianos, ¿cree que el Gobierno deba reconsiderar un aumento en el salario mínimo?
"No. Lo que ha pasado cuando la inflación supera con creces el aumento en el salario, obedece a que Colombia funciona bajo el modelo de indexación de los salarios. Cuando la inflación bajó hace unos años, el salario real aumentó. Ahora pasa lo inverso y eso sugiere que esa política no sirve para preservar el salario real, así esté inserta en la ley con una buena intención. A nadie se le ocurrió decir que el salario mínimo también debía bajar".
¿Cómo repercutirá en Colombia el aumento acelerado en la inflación de Estados Unidos?
"Eso depende de cómo reaccione la Reserva Federal. Si la Fed sube las tasas de interés, se dan dos efectos en Colombia. Uno, que si el Banco de la República se queda quieto se reducen la diferencia de tasas de interés y eso podría beneficiar el comportamiento cambiario. Pero por otro lado, si la Fed sube las tasas va a contraer el crecimiento económico en Estados Unidos y eso nos afecta por ser un mercado tan grande para el comercio nacional".
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