"Estoy en plena cosecha", es la respuesta que por estos días da Robinson Díaz, al hablar de uno de sus nuevos proyectos, Vecinos, la serie que protagoniza y que la noche de este lunes, 1 de septiembre, estrena el Canal Caracol a las ocho de la noche.
Su versatilidad como actor no tiene discusión, pues ha demostrado que no hay papel que le quede grande en sus casi 20 años de trabajo, tanto en la televisión, el teatro, como en el cine.
Por eso, esta época es de gozo total para el actor antioqueño, al realizar un destacado papel como El Cabo en la serie El Cartel, protagonizar Vecinos, contar con dos producciones teatrales exitosas en cartelera (Infraganti y Escuela de mujeres), y el 19 de septiembre presentar su nueva película, Te amo Ana Elisa, en la cual comparte escena con su esposa, la también actriz Adriana Arango.
Tiene la fe puesta en el guión y el trabajo actoral realizado en la película. Por eso no para de hablar de la producción, con una historia que va de lo cruel a lo divertido.
Allí, Robinson Díaz hace del hermano esquizofrénico de la protagonista en medio de situaciones fuertes y oscuras. "Estoy moviéndome en lo que me gusta, paso de un matón a un enfermo siquiátrico y ahora seré un taxista rumbero que es querido por todo el mundo", comenta Robinson Díaz.
¿Cómo se siente entre tantos proyectos en diferentes áreas?
La cantidad no importa, lo que me interesa es que sean buenos. También me atrae el hecho de que sean personajes opuestos. No los puedes comparar entre sí porque lo único que tienen en común es el actor que los interpreta.
¿Cómo nació “El Cabo”, el personaje de “El Cartel”?
Nace de explorar el lado oscuro del ser humano, como lo frío, lo calculador, lo que produce el aislamiento en una persona, su lado introvertido, sagaz. Todos los elementos para convertirse en un matón sin sentimientos.
¿Y Oscar, su personaje en la nueva serie “Vecinos”?
Es la otra cara de la vida. Es un taxista bonachón, muy rumbero, extrovertido, que adora a la gente y al mundo. Creo que todos los televidentes lo van amar porque es un héroe popular. De aquellos que se da a la gente.
¿Qué tal para la rumba Robinson Díaz?
Oscar es al extremo rumbero, muy pasado. A mí me gusta la música, pero no a los niveles de Oscar. Lo mío es la rumbita con mi mujer, la salsita no puede faltar y de vez en cuando, porque eso tan seguido también es muy aburridor.
Con mi mujer me encanta salir a bailar.
¿Cómo es pasar de un matón a un héroe popular?
Bacano, maravilloso. Es lo fascinante de este trabajo que hago, que se puede cambiar de personalidad y a la vez de recursos. Es otro viaje, otro camino, de lo contrario sería muy tedioso.
En este medio hay mucha gente que piensa que cambiar de personaje es sólo cambiarse de ropa para seguir haciendo lo mismo.
Arduo trabajo actoral...
Es arduo, pero a mí me mantiene en pie las ganas de hacer las cosas bien, de mejorar día a día, de llevarle al público otra opción. Básicamente soy un actor comediante, dedicado a esto. Me pagan por hacer personajes y como en toda profesión, busco la excelencia.
¿De dónde surgen las características de sus personajes?
Es una mezcla de la propuesta del guión, de mi búsqueda interna y la observación, la cual es uno de los presupuestos básicos del actor. Hay que ser un gran observador, para interpretar la realidad y copiarla como mejor se pueda.
El teatro no puede faltar...
Lo sigo paralelo a la televisión y el cine. Yo no puedo dejar el vicio del teatro. Llevo tres meses trabajando en “Escuela de mujeres” y haremos unas presentaciones internacionales, con esta obra e “Infraganti”, otra de mis puestas en escena teatral.
Hay que combinar la televisión con tus otras pasiones, más la familia y más uno mismo. Es una ecuación que se debe aprender a combinar todo el tiempo. A veces le gana a uno el estrés, pero otras es uno quien vence al estrés.
Está cerca de cumplir 20 años de trabajo actoral. ¿Qué le diría a las nuevas generaciones de actores colombianos?
No les diría mucho, creo que les dejo, actualmente, cuatro trabajos distintos, cuatro maneras de ver la vida, lo cual es un golpe muy berraco para la gente en la televisión que piensa que actuar es una cosa facilita. Los actores debemos crear jerarquías y estándares en la televisión, y para la muestra un botón: mis personajes.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6