Sabemos que hubo un tiempo durante el cual se adoró el becerro de oro como dios supremo de los hombres. Menos mal que el tiempo fue corto para el becerro de aquellos días, aunque lo cierto es que el becerro sigue ahí y sigue de oro, aunque para algunos parezca un chiste de buen o mal gusto. Pero el becerro o el ternero de oro es una realidad en las comunidades del mundo.
La verdad es que hay quienes siguen buscando la verdad y buscando nuevos ídolos para calmar su sed de divinidad o para combatir lo que no les parece de su gusto, precisamente porque les controla en sus gustos. Y en esa búsqueda en la cual anda empeñada la ciencia se da forma a un nuevo becerro no propiamente de oro ni de forma animal sino que nuestro dios, el de nuestros mayores, se cambia por una explosión. El señor Big Bang.
No solamente parece una película de ciencia ficción, sino que lo es. Unos fulanos sabelotodo pero que al fin no saben más que enredar la pita, aseguran que el universo, con sus billones de estrellas y demás cuerpos celestes, cupieron inicialmente en una bolita del tamaño de una pelota de golf. Pero no cuentan de dónde llegó la bolita y para evadir el embrollo salen con una frase que quiere ser definitiva pero que no pasa de ser ridícula: el universo se formó a sí mismo...
PAUSA. A palabras necias oídos sordos... ¿Cómo dice?
COCINA. Los periódicos, las revistas y, en general, todos los medios de comunicación, se han convertido en deliciosos y complicados platos, y digo deliciosos porque con el colorido que les dan no puede ser de otra manera. La televisión, especialmente, es un vehículo para llenar de agua la boca y hay canales que se han convertido, por su cantidad de programas culinarios, en una especie de bandeja paisa.
Claro que a veces, casi todas, la vida se nos complica porque las recetas para comerse un cuarto de carne de cerdo se convierte en una especie de crucigrama o trabalenguas o sudoco, lo que ustedes quieran. Con el agravante de ciertos títulos que a veces dan risa, en otras rabia y siempre nos desconcierta. Miremos este como ejemplo de tantos que vemos cada día: vida fácil en la cocina... y a continuación nos muestran una hamburguesa casera con 17 ingredientes...
Por supuesto que estas recomendaciones tienen su clientela porque en el mundo hay gente para todo. Hasta para una hamburguesa imposible.
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