A pesar de la reiterada advertencia del ingeniero Roberto Rochel Awbad, en el sentido de que el edificio San Miguel del Rosario debe ser intervenido de manera inmediata y que se corre un riesgo al no evacuarlo, la Alcaldía de Medellín considera que no hay razones para que los residentes de ese complejo habitacional salgan corriendo de sus apartamentos.
Así lo manifestó a este diario Carlos Alberto Gil Valencia, director del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres (Dagrd), quien indicó que con sus ingenieros revisaron los estudios de Rochel y los de los constructores del Grupo CDO y no se encontraron las patologías de otros edificios.
"En el momento no vemos razones para una evacuación y Rochel nunca lo dijo, porque lo que afirmó fue que hay que hacer una intervención inmediata (rehabilitación y reforzamiento). "No vemos la necesidad de que la gente salga corriendo, pero desde la semana entrante haremos monitoreos semanales para verificar que no surjan patologías nuevas en la estructura", agregó el funcionario.
Rochel tiene otra perspectiva. El ingeniero civil -que abandonó el país luego de recibir varias amenazas que asocia con sus investigaciones sobre nueve obras de CDO, sin que ello implique un señalamiento para los constructores- manifestó que la estructura del edificio situado en el barrio Villa Hermosa, de la capital antioqueña, se ha deteriorado muchísimo y que como el Dagrd no ha dado la orden de evacuarlo, esta entidad del Municipio es la que asume el riesgo de lo que pueda pasar.
El ingeniero resumió así las deficiencias detectadas en el inmueble: "No existe una memoria de cálculos estructurales, los planos no contienen despiece de vigas y nervios. La mampostería está muy fisurada y ofrece peligro de desprendimiento. Los muros no están reforzados y donde están interconectados los conectores son deficientes.
La placa del parqueadero, a nivel de acceso, tiene deficiencias estructurales en el espesor de la placa superior. Existen vigas de la primera placa de apartamentos que están fisuradas, se cuentan entre ellas todas las ubicada en las zonas de ascensores. Existen varios nervios, aquellos que llegan a las columnas que han fallado por tensión diagonal. Y en la fachada norte, en los pisos 4 y 6, las vigas están falladas a cortante".
Rochel manifiesta que el ingeniero Jaider Sepúlveda, de CDO, "reconoce que este edificio hay que intervenirlo desde la cimentación hasta la cubierta, que aún no se ha definido a qué norma lo van a llevar y qué se requiere de ello para terminar el proyecto. Lo anterior hace que su intervención no sea inmediata y el riesgo es alto".
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