Durante toda la mañana del martes una docena de exmilitantes de las guerrillas que se han desmovilizado en los últimos 30 años en el país contaron en el Senado de la República sus experiencias, los errores y las recomendaciones que tienen tras haber estado en armas y ahora están en la vida civil.
El evento hace parte de una serie de foros que realizará el presidente del Senado, Roy Barreras, con el fin de recoger esos conocimientos de quienes estuvieron en la guerra, para que el país siga comprendiendo la necesidad de lograr que se consolide el proceso de paz en La Habana tanto con las Farc y eventualmente con Eln.
“Son un grupo de ex combatientes colombianos que estuvieron en las armas y en la guerra, que le apostaron a la paz, por eso nos constituimos en un grupo de trabajo para conocer sus opiniones y experiencias”, indicó Barreras.
Uno de los desmovilizados Pablo Tatai, del Quintín Lame, recordó que fueron una fuerza que se constituyó por la represión a la fuerza indígena, “nosotros fuimos un grupo de defensa”.
Recordó que la desmovilización se dio cuando el movimiento indígena vio que habían cambiado las condiciones en que eran tratados por el Estado, pero además porque políticamente se abrió la posibilidad de que llegaran a la Asamblea Nacional Constituyente, en donde participaron y resaltó que aún hoy por medio de la Alianza Social Indígena mantienen su actividad proselitista, aunque ya menor.
Por su parte el desmovilizado del Epl Nelson Plazas, sostuvo que “los procesos del noventa dejaron unas lecciones positivas porque aportaron a un proceso de paz que fue parcial pero que amplió la democracia y vinculó a la política personas que están aportando y construyendo país hoy en día”.
A su turno la exmilitante del M-19, Gloria Quiceno, destacó que en estos proceso de paz que se está realizando en La Habana, se deberá ver cómo será el compromiso de los estamentos de la sociedad para ayudar en el proceso de reinserción de los desmovilizados.
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