Fueron, se sentaron en sus butacas, se miraron, buscaron la planilla, la firmaron, se levantaron y se fueron. Y así, en una mañana que pintó fría pero que de a poco se fue calentando cuando apareció el sol, terminó para Óscar Castro, Esteban Valderrama, David Arenas y Cristhian Ríos la semifinal nacional de ajedrez: sin mover una sola pieza, pero con el cupo asegurado para la gran final en El Bagre.
Decidieron no hacerse daño y, como lo señala el reglamento se les anotó, sin jugar, medio punto a cada uno de ellos. "Que acuerden tablas, con solo firmar la planilla, está dentro del reglamento", explicó Norvey Rodríguez, director del torneo que terminó ayer en el Parque del Ajedrez.
El que llegaran con un puntaje alto a la última ronda, les permitió ese lujo a los deportistas cuyo único objetivo era clasificar entre los siete primeros, que les permitía el paso a la final nacional.
"No jugar, nos permite menos desgaste y mayor tiempo de preparación, porque lo que se viene en El Bagre requiere de máxima concentración, dado que vamos a competir con los mejores del país", fue la explicación de Esteban Valderrama.
Las que no se dieron ese lujo fueron las damas que tuvieron que hacer una extenuante jornada. Heimy Ramírez y Ángela Franco tenían el tiquete desde la octava ronda, pero sus rivales necesitaban sumar para estar seguras. Y así lo hicieron completando los 15 ajedrecistas que irán a El Bagre.
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