Calor insoportable, uncielo claro, reggaeton de fondo y mucho ruido de motores, gente contenta. El marco fue ideal para la fiesta de deportes de motor en Rionegro, que tuvo durante dos días concentrados a más de cien pilotos.
"Esto sí motiva. Llena de entusiamo para lo que viene. Uno como piloto lo único que quiere es correr". Palabras que le salen a Esteban Hurtado, uno de los participantes en cuatrimotos de la extensa programación de la Copa Colombia.
Y de verdad que el ambiente contagiaba con motores que rugían a más de 120 kilómetros por hora, gastaban llantas de lo lindo y se trenzaban en duelos, como el sostenido por Juan Manuel González y el representante del Valle, John Jairo Sarria.
Muchos se comieron las uñas al ver un enfrentamiento tan cerrado. Ninguno cedió un centímetro. Comenzó mandando Sarria, pero luego se puso al comando Juan Manuel. En varias curvas, pareció que se iban contra los separadores. Pero los volantes estaban impecablemente controlados.
En esos cubículos iban pil0tos con nervios de acero. Intrépidos, que en cada vuelta demostraban su gran pericia, en un circuito de 1.800 metros, emotivo de principio a fin.
"Nervios se sienten al comienzo. Después, uno solo quiere comerse los kilómetros a punta de velocidad y buscando responderle a la gente que ha creído en uno", dice, aún jadeante, Juan Manuel, quien cada que se sube a un carro, deja un interrogante: ¿cómo no llegó más lejos?
"Falta de apoyo. Es un deporte que cuesta bastante", fue la respuesta inmediata por parte de su padre, Jorge Darío, otro de los que se cansó de ganar en automovilismo.
Y mientras se habla con los actores, bien cerca pasan las motos y las cuatrimotos, que también hicieron parte de la jornada. Claro que el ruido obliga casi que a gritar para que todos entiendan.
"Por favor, se ubica en aquella zona", fue la frase que más se escuchó de los jueces. Y la gente acata la sugerencia, entendiendo que es por seguridad. Además, hace parte de la excelente organización, con un recorrido bien señalizado, que dejó sin posibilidades al público de atravesarse por la vía.
Al son del reggaeton, se fueron despachando cada una de las modalidades y después de 20 minutos de competencia en cada una de las tres mangas, por los altoparlantes se escucharon los nombres de los ganadores. Y ahí el apellido que más sonó fue González.
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