Pasaron las Fiestas del Maíz en sana paz y convivencia, pero me pregunto ¿las autoridades qué hicieron para proteger los animales, en este caso los caballares y mulares, pues varios sonsoneños, y en mi caso particular, que apreciamos estos nobles ejemplares, nos tocó presenciar el abuso y el maltrato, al recorrer las calles y puntos comerciales de esta querida tierra del maíz, cuna de la antioqueñidad?
Observé la brutalidad y demencia en los seres humanos al ver hasta dos jinetes borrachos, montados encima de un indefenso animal, dándole rejo constantemente. En ese momento sentía ganas de bajarlos con mis propias manos, y me preguntaba ¿dónde están las autoridades vigilantes y observadoras que les llamaran la atención a estos mal llamados jinetes, o galoperos sin conciencia.
Sinceramente se me partía el corazón al no poder hacer nada y me interrogaba una y otra vez si el ente municipal o de la junta organizadora de las fiestas pensarían en concientizar con volantes o a través de la radio a los caballistas, dándoles un tiempo límite para proteger la vida animal.
No es el interés de que se acaben las cabalgatas, solo hacer un llamado de conciencia a reflexionar sobre el trato para los que poseen estos indispensables y útiles animales que nos ayudaron a colonizar de generación en generación nuestra tierra antioqueña, para respetarlos y quererlos siempre, pues son compañeros excelentes.
Y hago un llamado a cada municipio o región, donde llega el periódico El Colombiano para que los lectores lo comenten con sus hijos y amigos y respeten los caballos y mulas en las fiestas de cada pueblo.
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