El próximo domingo es el día señalado para las elecciones regionales y locales en las que se elegirán gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y ediles de juntas administradoras locales. La proximidad de las mismas genera expectativa entre la ciudadanía por conocer quiénes finalmente serán los nuevos dignatarios, después del gran despliegue activista de las diferentes campañas buscando el favor popular para sus candidatos.
Pero esta contienda también genera inquietud por la forma agresiva como ha transcurrido el debate en medio de pugnacidad y ataques entre los aspirantes y sus partidarios, así como por las numerosas denuncias que se han formulado sobre constreñimiento a electores, compra-venta de votos y presuntos fraudes que ponen a algunos municipios en alto riesgo de grave deterioro del orden público.
En lo que concierne a la alcaldía de las principales capitales, a escasos tres días de las elecciones, el panorama no es claro en cuanto a resultados, ya que existe un cabeza a cabeza entre los más opcionados. Es el caso de Bogotá, donde la disputa se concentra entre el excongresista Gustavo Petro, el aspirante a repetir Enrique Peñalosa y la independiente y talentosa Gina Parodi. En Manizales la contienda se concentra entre Jorge Rojas, de Salvación Nacional, y José Fernando Mancera, inscrito por firmas. En Bucaramanga, entre Marta Pinto de Hart, del partido de la U. y el liberal Luis Francisco Bohórquez. En Cali la lucha se presenta entre Rodrigo Guerrero y la exrepresentante María Isabel Urrutia. La alcaldía de Barranquilla tiene como virtual ganadora a la aspirante por Cambio Radical Elsa Noguera, sobre Juan Alberto García, del movimiento Firme por Barranquilla. En Cartagena puntean el hombre de radio Campo Elías Terán, con el aval de la ASI y el empresario Dionisio Vélez Trujillo, por firmas.
Capítulo aparte merece el actual proceso electoral para definir la Alcaldía de Medellín y la Gobernación de Antioquia, el cual ha transcurrido entre señalamientos y revanchismos que han caldeado los ánimos y revivido diferencias políticas y personales que se creían superadas.
De acuerdo con la perspectiva anterior y la dinámica actual del debate electoral, se han venido concretando acuerdos, unos a la vista y otros de manera sigilosa, entre los aspirantes.
La primera fórmula es la que integran los representantes del partido de la U Federico Gutiérrez para la Alcaldía y Carlos Mario Estrada para la Gobernación, excelentes jóvenes con hoja de vida intachable, importantes programas, pero poco conocidos y que no cuentan con la fuerza ni la unanimidad de su colectividad, por lo que en esta ocasión su votación no les va a alcanzar.
La segunda dupla, aunque no declarada oficialmente, pero que sus equipos difunden acuciosamente, es la de Luis Pérez y Álvaro Vásquez, quienes cuentan con el apoyo de casi toda la clase política del departamento afín a la coalición del actual gobernador. El primero, considerado como un hombre innovador y combativo, no contó con el aval de su partido, el liberal, ni de otros movimientos, por lo que debió recurrir a su inscripción a través de firmas; el segundo, reconocido militante del Partido Liberal y hoy candidato oficial del Partido Conservador, se señala como hábil y locuaz. Esta fórmula cuenta con toda la maquinaria electoral y prometen acciones de gobierno muy populares pero de difícil cumplimiento.
La tercera, oficialmente suscrita como AMA (Alianza Medellín y Antioquia), entre los candidatos Aníbal Gaviria y Sergio Fajardo Valderrama, es apoyada por los partidos liberal y verde, la ASI, algunos conservadores y otros movimientos independientes; promueven el respeto a la vida y la equidad social, buscan que la experiencia educativa de Medellín sea replicada en toda la región y prometen que del erario público no se perderá un solo peso. Sus contradictores los cuestionan por haber ejercido la gobernación y la alcaldía con total independencia de la clase política tradicional.
Los ciudadanos tenemos el privilegio de decidir el rumbo de nuestra ciudad y departamento, por lo que estamos convocados para el próximo domingo 30 de octubre a sufragar en conciencia, de manera libre y espontánea por los candidatos más idóneos, serios, honestos y con propuestas que garanticen progreso equitativo y transparente. ¡No faltemos a la cita!
