Pasadas las tres de la tarde de ayer, Nubia Galvis y otras 250 personas rezaban los mil jesuses. Estaban en el paraje La Araña, de la vereda El Bizcocho en San Rafael, cuando comenzó a llover y muy fuerte. "Era una tempestad de las de esta época".
La mujer, de 30 años, estaba con un hijo, una hermana y su sobrina en la cima de la montaña, donde hay una cruz a la que cada tres de mayo, día de la Santa Cruz, acuden a rezar, cuando sintieron un ruido acompañado por un destello indescriptible que los tumbó.
"En fracciones de segundo me vi en el piso. Mi cuerpo no respondía y medio aturdida, vi a la gente en el suelo, todos llorando, gritando y muy asustados".
De acuerdo con las autoridades de San Rafael, lo que ocurrió fue que cuando la multitud estaba en oración, un rayo cayó, dejando a tres personas muertas. Se trata de Blanca Oliva Londoño, Luis Enrique Montoya Mayo y María Judith Salazar Hincapié. Se calcula que 110 personas quedaron heridas, la mayoría por hipotermia y shock por la descarga eléctrica.
La cruz, hasta el año pasado, era de madera, pero ayer los peregrinos se encontraron con una nueva, hecha de metal, y fue sobre ella que cayó el rayo.
En el hospital
Viviana Ortiz, una de las médicas que se trasladó a la zona de la tragedia, distante 14 kilómetros del municipio, aseguró a este diario que cuando llegaron al lugar había mucha confusión y los heridos presentaban laceraciones por quemaduras y estaban en pánico. De inmediato trasladaron a los pacientes más delicados al hospital y hasta la medianoche 7 personas continuaban en observación, pero no revestían gravedad. Dos de estos pacientes serán remitidos hoy a otro hospital del Oriente, mientras que al iniciar la noche habían enviado otro herido a La Ceja.
Entre las personas hospitalizadas se encuentra el sacerdote Bianey Orozco López, quien estaba orando con la comunidad en el momento de la tempestad.
Édgar Eladio Giraldo Morales, alcalde de San Rafael, aseguró que la peregrinación al cerro Pan de Azúcar, en la vereda El Bizcocho, es una tradición de la comunidad religiosa del pueblo.
"Como todos los años, la gente se fue para esa zona en buses y luego subieron caminando hasta el cerro. Hubo una misa y luego comenzaron a rezar los mil jesuses y se vino esta tragedia tan lamentable que nos tiene consternados", indicó el mandatario.
El funcionario relató que los heridos en su mayoría fueron niños y adultos porque la peregrinación es muy masiva.
"La cruz lleva unos cinco o seis años y desde entonces la gente comenzó la peregrinación. Lo importante es que ya las personas se están recuperando. Sin embargo, es muy triste que un acto de oración termine en una situación como esta".
Nubia Galvis permanecía ayer en el hospital porque su hijo estaba vomitando y continuaba muy asustado por lo que se vivió.
"Es una de las experiencias más terribles de mi vida, que no se la deseo a nadie. Es que cierro los ojos y recuerdo ese calambre que me recorrió todo el cuerpo, que no me dejaba mover. Además, ver a toda la gente tirada, al sacerdote en el piso, inmóvil, a mi sobrina también muy mal... fue una cosa muy triste y yo creo que por allá no vuelvo a ir, quedé muy asustada", reiteró Nubia.
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