Muertes es lo que acumula. La previsión es lo importante. Y las pruebas oportunas de diagnóstico hacen parte de ese paquete.
El Instituto Colombiano de Medicina Tropical comenzará a fabricar el reactivo tuberculina, para diagnosticar la tuberculosis por dermorreacción.
En cristiano: se fabricará la sustancia con la cual se puede saber si alguien está infectado con el bacilo de la tuberculosis. Ese reactivo no se produce en el país.
La fabricación está apoyada en razones de peso. Cada año en Antioquia por cada 100.000 habitantes se presentan de 30 a 31 casos confirmados, explica María Isabel Montoya Romero, directora Técnica del ICMT.
En Colombia la relación es de 26 por 100.000.
La tuberculosis mata cada año al menos tres millones de personas en el mundo.
No es lo único en lo que se ha embarcado el Instituto, que funciona en la sede del CES en Sabaneta. El médico Marcos Restrepo Isaza informa que se producirán las pruebas para leishmania y esporotricosis. Las tres son cutáneas. La cuarta será una prueba para el mal de Chagas.
La de Montenegro, para detectar la leishmania, ya se fabrica y distribuye.
La prueba de la tuberculina es una proteína purificada, filtrada y diluida extraída de cultivos de Mycobacterium tuberculosis y es útil para diferencia individuos infectados y no infectados de aquellos asintomáticos, principalmente niños.
Restrepo Isaza explica que para tuberculina el bacilo se cultiva en un medio, en el que crece lentamente, de 4 a 6 o más semanas. De esos cultivos se obtiene una proteína, se esteriliza, se mide la concentración y se tiene la tuberculina.
Hay dos tipos de tuberculina: para el bacilo de tuberculosis humana y para el bovino (que ni se trae el país).
Cuando se inyecta la tuberculina y la persona se ha estado en contacto con la tuberculosis se presenta una inflamación, pero esto no es indicador de que tiene tuberculosis. Tiene el bacilo, pero no ha desarrollado la enfermedad.
En personas con sida da negativo y puede tener tuberculosis, en estado severo.
La otra prueba que se emplea es el baciloscopio, con el esputo. Con ella se busca el bacilo, pero no detecta al infectado que aún no bota bacilos. Puede tener bacilo y no estar enfermo, luego podría darse. Se debe vigilar si no tiene síntomas pero es positivo.
El bacilo ingresa al cuerpo por inhalación, va a los ganglios y se distribuye por todo el cuerpo. Los macrófagos se lo comen y allí queda hasta que por alguna razón se active.
La producción, dice María Isabel Montoya, solucionaría la carencia de estos insumos para diagnostico en Medellín y en el país. Hoy la tuberculina es importada de Canadá y Estados Unidos.
Para la fabricación del reactivo, se adecua un espacio en el ICMT con todas las normas de seguridad.
La prueba debe realizarse a la población que presente mayor probabilidad de infección y que podrían beneficiarse de un tratamiento, o también a aquellos sujetos en los que se sospeche enfermedad tuberculosa.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
