Con múltiples heridas de machete en la cabeza, infectadas y llenas de gusanos, sobrevivió en medio del monte, un campesino, quien fue dado por muerto, junto con su esposa y su bebé.
Los hechos ocurrieron el pasado 23 de octubre, cuando Mauricio Pérez, de 28 años, su esposa, a punto de cumplir 17 años y su bebé, de 17 meses de nacida, fueron reportados como desaparecidos en Amalfi, nordeste de Antioquia.
Pérez, su joven esposa y la bebé, fueron atacados a machete y creyéndolos muertos, los asesinos los abandonaron en un monte de la vereda Pinto Limón, localizada a varias horas de Amalfi.
Esposa y bebé murieron por las heridas de machete. El campesino luego de recibir varios machetazos en el cráneo, cayó en la orilla de un pequeño arroyo y sin ninguna posibilidad de moverse por sus propios medios. Con el paso de los días, las heridas se fueron llenando de gusanos, pero la vida, Dios solo sabe cómo, seguía aferrada al cuerpo de Pérez.
El 30 de octubre, siete días después de la masacre, un grupo de enfermeras y bomberos, tras recibir informes de algunos campesinos, se llenaron de valor y decidieron salir a buscar la familia.
Para asombro de la comisión, hallaron los cuerpos descompuestos de madre y bebé. Más sorprendente para ellos, encontrar a Mauricio con vida. Hoy el Concejo de Amalfi exaltará el valor de estas mujeres, que arriesgando sus propias vidas, salvaron la de Mauricio, comentó la concejala Cristina Arango.
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