Un pequeño bus nuevecito entró a la pista atlética y de allí se bajaron los integrantes del Once Caldas. De inmediato, las dos volquetas y los dos cabezotes de mulas que había en cada esquina de la pista atlética, hicieron sonar sus ruidosas cornetas.
El ruido de éstas se confundió con la algarabía de aficionados y los coros que se escuchaban en la popular norte.
Ese fue el recibimiento para este nuevo Once Caldas, que estrenando dueños, se sacudió de la racha de malos resultados que traía y logró una importante victoria 3-1 ante el Atlético Huila en el juego que cerró la fecha 15 de la Liga Postobón.
Este domingo en la noche, el ambiente era distinto en el Palogrande y sus alrededores. Había optimismo, ganas de ver al blanco, como si ese mismo equipo no se presentara hacía rato en casa.
La gente se contagió de esa fiebre blanca que invadió la ciudad durante los últimos días, gracias a la llegada de la Kenworth de la Montaña, la nueva firma que arribó al Club en un momento crucial y, que de entrada, se puso al día con los jugadores en cuanto a salarios se refiere. Además les puso un nuevo bus para que se movilicen dentro de la ciudad. En los próximos días llegará uno más grande para los viajes a otras ciudades. "Mejor dicho, montados", dijo un aficionado en occidental.
Ese nuevo ambiente también se trasladó a la cancha. Desde el primer minuto, los dirigidos por Ángel Guillermo Hoyos mostraron una cara distinta, apretando al rival en su terreno y jugando un fútbol que hace rato no se veía.
El Técnico innovó en el esquema y paró a Casierra de central al lado de Frontini. Por las bandas, Hárold Gómez y Luis Carlos Murillo fueron clave con sus salidas. Sobre todo por la lateral derecha, por donde llegaron los tres goles.
Desde el inicio, el blanco mezcló a la perfección actitud y aptitud. Los jugadores corrieron todo el campo y a esto le imprimieron pases precisos, orden y claridad en cada una de sus líneas.
Goleador
Sergio Romero, la gran figura de la noche, se encargó de llevar la primera alegría a las gradas, a las que llegaron 14 mil 600 espectadores -entre abonados y los que pagaron boletas-.
Al minuto 8, Romero recogió un centro de Hárold Gómez y de disparo cruzado anotó el primero. Y al minuto 13, nuevamente Romero marcó un golazo, al recibir un centro de Jair Reinoso, y de media volea anotar el segundo en su cuenta.
El Once era dueño y amo del espectáculo. Desde atrás, Scaglia, Hárrison y Mario González dirigieron la orquesta, mientras que Romero y Reinoso crearon serio peligro sobre el área del Huila, equipo que ratificó por qué está en el puesto 17 de la tabla. En el primer tiempo ni siquiera inquietaron al suplente Jhon Jairo Rincón.
El local siguió atacando y a cuatro minutos de irse al descanso, Reinoso, de gran primer tiempo, encontró su premio y tras un centro desde la derecha de Hárold Gómez, cabeceó y marcó el tercero. El caleño celebró sacudiéndose la sal.
Aguantaron
Para la complementaria, la tónica no varió mucho. Aunque el blanco bajó un poco la guardia, sí siguió dueño del juego, mientras que el Huila esperó un error del rival. Y éste llegó cuando, al minuto 12, Nelson Barahona vio salido al arquero Jhon Jairo Rincón desde casi 40 metros y lo bañó en un gol que terminó en golazo. Fue lo único de la visita.
La victoria dejó vivo al equipo en su idea de pelear cupo entre los ocho. El hincha se ilusiona con esta nueva etapa del Club, que con el respaldo de sus nuevos dueños, quiere prender motores seriamente.
