No es cuento: el uso de filtros de protección solar en los lentes oscuros es imprescindible para la buena salud ocular. La fuerza destructiva de los rayos ultravioleta (UV) es cada vez más alarmante y, además de la piel, la visión están en riesgo.
No se trata, como muchos pensaban hasta hace poco, de una estrategia para vender más lentes y a mayor precio.
El médico oftalmólogo Álvaro Echeverri explica que no protegerse contra los rayos nocivos del sol puede desencadenas una serie de problemáticas de salud en los ojos que van desde el terigio hasta cataratas.
“Se alteran las estructuras anatómicas superficiales del ojo, por ejemplo la conjuntiva y este daño puede producir terigios o pingüéculas. Cuando es muy avanzado termina afectando la capacidad visual”.
Agrega que Colombia es el país en el que se presentan más casos de terigio. Esto puede ser resultado del impacto que tienen los rayos UV en esta zona tan próxima a la línea ecuatorial. Además, la contaminación también afecta las conjuntivas aumentando el riesgo de conjuntivitis irritativa.
Echeverri advierte que los lentes solares con protección UV deben ser un accesorio que se usa desde la niñez pues los ojos de los niños también son vulnerables a la intensidad de los rayos. De acuerdo con un informe del Colegio de Oftalmólogos de Chile, ellos suelen pasar más tiempo al aire libre en la luz del sol que los adultos.
“Los daños provocados por la radiación solar en los ojos pueden ser acumulativos y pueden incrementar el riesgo de desarrollar un trastorno ocular en el futuro. Según los estudios científicos, los niños a una edad más temprana tienen una ventana de penetración a la radiación UV-B en los 320 nanómetros (medida en longitud de onda), donde ésta puede incluso llegar a la retina.
El oftalmólogo Jorge Humberto González comenta que con la pérdida en la capa de ozono los rayos nocivos se hacen más agresivos con el cristalino, que es como el lente transparente que tiene el ojo. “El cristalino cambia de color con la exposición alta, eso genera cataratas que deben operarse”.
Estos especialistas aseguran que usar el lente sin protección es más grave que no usarlo. “Cuando una persona usa un lente que oscurece su panorama, la pupila se dilata abriendo el rango de peligro para que los rayos UV actúen en contra del ojo. Es mucho más grave usar el lente sin filtro que no usarlo porque en ese caso la pupila está cerrada, se protege”, concluye el oftalmólogo González.
Más que marca
Los lentes con filtro UV no son los más costosos, dicen los expertos. “Algunos lentes de muy bajo costo pueden tener su factor de protección. La gente paga por la marca o porque sean más livianos, o no se rayen, pero el filtro solar, que es uno solo, no es un atributo costoso. Lo importante es adquirirlos en un comercio formal y de confianza”.
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