Los dos reflejan ser hombres muy pasivos, pero "explotan" con facilidad cuando se les mira fijamente a los ojos o en el momento que sienten que sus escuadras son perjudicadas.
Así son Alberto Gamero y Diego Édison Umaña, dos técnicos colombianos que hace rato se ganaron los aplausos porque pusieron a jugar bien a sus equipos y sueñan con sobrados argumentos en dar hoy la primera vuelta olímpica como estrategas, ya que de jugadores lo hicieron hace mucho rato.
Aunque al samario Gamero el cabello ensortijado lo hace ver más joven, él alcanzó a jugar en el rentado con Umaña, quien fue más brillante que su colega de esta tarde en el estadio La Independencia de Tunja.
Del vallecaucano Diego, hombre de 52 años, dicen que tenía la misma calidad de Carlos Valderrama, razón por la cual se convirtió en volante ídolo del Cali, conjunto con el que fue campeón de Colombia en 1974, y segundo de la Copa Santander Libertadores en 1978.
Alberto, con 44 abriles encima, no tenía tal brillantez, sin embargo fue un lateral rendidor desde que debutó en Unión Magdalena, aunque su éxito como jugador fue en la última era gloriosa de Millonarios al conseguir un título en 1988 cuando lo dirigía el Chiqui García.
"Me gustan los equipos que juegan bien y cortico -contó Gamero-; también me siento orgulloso porque soy el único técnico que ha metido a su club en las últimas cuatro semifinales, ese es mi antídoto para tener controlado a mi gran presidente Eduardo Pimentel. En Chicó sobran la humildad y la experiencia, pero la consigna de todos es correr y el que no lo haga no juega".
El América no es tan exquisito como Umaña, pero nunca deja de buscar el arco contrario como lo hizo él en sus 15 años de carrera en la que consiguió 94 goles. Con un fútbol agresivo, rápido y vertical, Diego Édison trata de imitar la campaña que realizó con los mismos Diablos Rojos en 1996, año en el que perdió la final de la Copa ante el encopetado River Plate de Argentina.
"América tiene sus virtudes y defectos, pero juega bien. A este equipo le gusta hablar en la cancha y en su fútbol ofensivo mantiene las ilusiones de ser campeón para alcanzar la estrella número 13 que busca hace seis años. Mi fútbol es sin misterios y gracias al nivel del grupo confío en lograr hoy el título", indicó Umaña.
El empate 1-1 de hace cuatro días en Cali refleja lo parejo de los elencos y lo parecido del esquema táctico de los dos orientadores que fundamentan su trabajo en la tenencia de balón.
Ese elemento con el que Gamero dio brega entre 1982 y 1988 en su paso por Unión Magdalena, Millonarios, Envigado, Medellín y Unicosta. Ese mismo útil fue el que le mereció múltiples elogios a Umaña con la frondosa cabellera que lució entre 1971 y 1986 y que hizo internacional porque alcanzó a ser segundo con Colombia en la Copa América de 1975.
Muy especiales son los dos técnicos que cerrarán hoy la edición 67 del rentado nacional, certamen que el próximo 15 de agosto cumplirá sus primeros 60 años de existencia. Decir quién se impondrá en el juego que arrancará a las 5:30 p.m. y que está en tablas, sería especular. Lo único claro es que ambos merecen la corona.
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