Un giro histórico en el enfoque de la lucha contra el tráfico de drogas se cocina en Uruguay, donde la Cámara de Diputados aprobó la noche del miércoles un proyecto de ley que da vía libre al cultivo, distribución y comercio de la marihuana bajo la regulación del Estado, que está pendiente de la ratificación del Senado.
Impulsado por el presidente del país, José Mujica, el proyecto fue aprobado con 50 votos a favor de los 96 posibles, gracias a que el partido oficialista Frente Amplio (FA) logró imponerse frente a una minoritaria oposición que rechazó la propuesta en bloque.
La iniciativa llega casi año y medio después de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reconociera en la Cumbre de las Américas, celebrada en Cartagena, que su país debía analizar si existían otra alternativas a la política de guerra frontal que ha mantenido contra el narcotráfico en el continente, considerándolo como un problema de salud pública y no sólo de orden público.
Las reacciones en la región no se hicieron esperar. El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, cuyo Gobierno había presentado una propuesta similar en febrero de 2012, consideró que Uruguay está dando pasos importantes para regular la producción, el comercio y el consumo de estupefacientes.
“No hemos querido provocar una discusión sobre esto más de la que ya se ha generado, porque queremos tomar decisiones como región”, dijo.
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