Más de mil millones de pesos cuestan los daños ocasionados ayer por vándalos a 6 estaciones del sistema Transmilenio en una jornada de protesta que degeneró en desórdenes y enfrentamientos que paralizaron la ciudad.
La disputa tuvo dos escenarios, uno en las calles y otro en las redes sociales.
En las calles centenares de jóvenes en su mayoría estudiantes bloquearon 11 estaciones y 6 portales del Transmilenio. Hubo graves enfrentamientos con la Policía en 6 estaciones que destruyeron a pedradas y en las cuales robaron los recaudos y las tarjetas para acceder al sistema.
Al mismo tiempo que esto sucedía, el alcalde Gustavo Petro se enfrentó duramente en Twitter con sus antiguos copartidarios del Polo Democrático a quienes acusó de estar detrás de las protestas. Clara López, presidente del Partido y quien fue alcaldesa (e) de Bogotá respondió a través de esa red social: "Alcalde Petro debe serenarse y dedicarse a gobernar. Problemas no se solucionan echándole la culpa a los demás". El senador Jorge Robledo anunció que citará al alcalde Petro al Congreso para que responda por las acusaciones.
Lo que piden
En los disturbios también participaron miembros de la Organización Colombiana de Estudiantes (OCE) y del Partido Comunista que señaló, a través de un comunicado, que "la salida no es hacer señalamientos trasnochados contra los jóvenes y la ciudadanía" y reclamaron solución rápida de los problemas, que afectan a Transmilenio
29 personas fueron retenidas en los disturbios que obligaron al alcalde a suspender el pico y placa en la ciudad.
Mejorar el servicio es el motivo principal que esgrimieron los participantes en la protesta. Baja cobertura, buses llenos y costo excesivo de los pasajes (1.750 pesos) por viaje.
Las quejas fueron justificadas por la Procuraduría que señaló que "la cobertura en el sistema de transporte y el servicio no es el adecuado para los usuarios que utilizan el medio para movilizarse".
Además, recordó que el año pasado advirtieron al Distrito acerca de las múltiples quejas por parte de los usuarios del sistema masivo debido a demoras y sobrecupos . Bogotá vivió una jornada dramática que es a la vez la primera prueba de fuego al liderazgo del alcalde Petro que no logró controlar los desórdenes y aumentó su distancia con sus antiguos amigos del Polo.
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