Ya no hay vuelta atrás. Solo queda pendiente de sanción presidencial la controvertida reforma tributaria que cambia el mapa de obligaciones en pago de impuestos para las personas naturales, como cualquier asalariado, así como a las personas jurídicas, como son las empresas.
Pero hablando del ciudadano de a pie, para los que menos ganan los beneficios, se comenzarán a ver desde el primero de enero del próximo año, mientras que los que tienen sueldos más altos deberán ponerse las pilas si quieren evitar dificultades con la Dian.
Tras aprobarse en el Congreso una reforma que no es estructural, y más parece un "reparcheo tributario", como la llamó José Manuel Restrepo, rector del Colegio de Estudios Superiores de Administración (Cesa), El Colombiano le cuenta cómo, de forma concreta, gana o pierde con los cambios en el pago de impuestos a partir de 2013.
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