Con su conservador tradicionalismo y su ritmo apacible, Viena, la capital austríaca situada en el corazón de Europa, se ha mantenido en el primer puesto por su calidad de vida, entre 221 metrópolis del mundo.
Entorno político y social, cultura y economía, salud y educación, servicios públicos, transporte, ocio, bienes de consumo, vivienda y medio ambiente son algunos de los 39 criterios que la consultora internacional Mercer tiene en cuenta para seleccionar a las ciudades por su atractivo para vivir en ellas, de un estudio cuyo resultado se conoció esta semana.
Josef Papousek, director de Mercer Austria, precisó que los criterios donde más destaca favorablemente Viena son "el alto índice de seguridad, la estabilidad política y una infraestructura eficaz".
"Podemos estar orgullosos de que, una vez más, se confirme que Viena es la metrópolis más segura del mundo", dijo el alcalde de esta capital, Michael Häupl.
Para el estudio se compararon 221 metrópolis, y Viena resultó, por segunda vez consecutiva, la mejor de ellas. Además, desde 1990 ostenta el primer puesto entre las ciudades europeas.
Desde luego que no todo es positivo: según los datos estadísticos al 31.12.2009, de los 1,7 millones de habitantes de Viena, 352.208 son extranjeros que no siempre se ven bien tratados por una población conservadora y de carácter más bien cerrado.
Así, el principal partido opositor, el ultranacionalista Partido Liberal (FPÖ) se prepara con su discurso xenófobo a acaparar los votos de los vieneses descontentos en las elecciones municipales previstas para octubre próximo, y achaca a la inmigración el peligro de perder la tan apreciada seguridad ciudadana.
Pero, a pesar de más de mil detenciones por robo y narcotráfico que la policía hizo desde septiembre tan sólo en el metro de la ciudad, la seguridad de Viena sigue siendo alta y permite aún pasear libremente a cualquiera por cualquier parte y a cualquier hora, incluso en solitario.
Y hasta es posible encontrarse por la calle a conocidas personalidades, como líderes políticos, que se pasean sin guardaespaldas.
El bienestar queda reflejado en la evolución de los gastos privados: si en 1954 el 42,5 por ciento de los ingresos de un hogar se dedicaban a la alimentación, en 2004 ese índice se situaba en el 12 por ciento, mientras aumentaron rubros como las gastos en salidas a restaurantes, que se duplicaron en el mismo período.
INdicadores
Hoy, según las estadísticas del Ayuntamiento de Viena, con un salario medio de 2.618 euros, los gastos mensuales per cápita se sitúan en una media de 1.698 euros, de los que 353 euros se dedican al ocio, al tiempo libre y a las vacaciones.
El clima no es uno de los elementos más atractivos de Viena, pero lo cierto es que la infraestructura de la ciudad facilita afrontar de la mejor manera el frío en los duros meses de invierno.
No sólo la calefacción no falta en ninguna vivienda. También está en los autobuses, tranvías y en el metro, que forman una densa red y con la regularidad de un reloj circulan con tanta frecuencia que permiten prescindir por completo del automóvil en la ciudad.
Situada a orillas del Danubio, rodeada por los bosques de Viena, y con grandes parques y zonas verdes en todos sus barrios, en cuanto llega la primavera la ciudad cambia por completo.
En verano, además de la ribera del Danubio que invita a nadar y remar, 39 piscinas públicas al aire libre, rodeadas de frondosos jardines, alivian los días de más calor.
Para los más jóvenes hay, además de 520 parques infantiles, con una superficie total de 385.719 metros cuadrados, más de 50.000 metros cuadrados para adolescentes, 115.000 metros cuadrados de jardines de asociaciones de jóvenes, 921.000 metros cuadrados de patios y jardines en las guarderías infantiles, y 347.000 metros cuadrados de lugares de juegos en bosques.
Y para quien viene a vivir a esta ciudad pesa favorablemente una variada y accesible oferta de escuelas, guarderías gratuitas y una red sanitaria con hospitales públicos de primera calidad, además de una exquisita y variada oferta cultural durante todo el año.
El habitante promedio de la ciudad solo tarda una media de 30 minutos en llegar a su lugar de trabajo, y le resulta relativamente fácil compatibilizar su vida laboral con la familiar.
Y los fines de semanas o días libres, apenas traspasa la frontera de la ciudad, se encuentra con parques perfectamente mantenidos, grandes bosques y el comienzo de las montañas de los Alpes, con sus hermosos lagos, pistas de esquí y pintorescas aldeas.