En medio de especiales medidas de seguridad arribó en la mañana de ayer, José Miguel Vivanco, director de la ong Human Rights Watch, HRW, a la casa del obispo de Buenaventura, Héctor Epalza Quintero.
Con el alto prelado solo se reunió por espacio de diez minutos, luego salieron a cumplir con otros compromisos de una agenda que se vio afectada por las dificultades generadas por una protesta de estudiantes que cerraron la carretera Cabal Pombo, en horas de la mañana.
Vivanco se reunió también con los miembros de la Casa de la Memoria, una organización que trabaja por la situación de los desaparecidos del puerto que cada vez aumenta su número, sobrepasando este año los 40 casos. El director de HRW, igualmente asistió a la llamada zona humanitaria en el barrio La Playita, calle San Francisco o Puente de los Nañeros como es conocida. El pasado 14 de marzo la HRW publicó un amplio documento de 30 páginas titulado "La crisis en Buenaventura: desapariciones, desmembramientos y desplazamiento en el principal puerto de Colombia en el Pacífico".
En marzo pasado el mismos Vivanco aseguró que "barrios enteros de la ciudad se encuentran bajo el dominio de poderosos grupos sucesores de paramilitares, que restringen la circulación de habitantes, reclutan a sus hijos, extorsionan a comerciantes y participan habitualmente en actos aberrantes de violencia",
La misma Defensoría del Pueblo, en un reciente informe pidió la presencia institucional y la prontitud de la justicia por los más de 55 homicidios, las 20 desapariciones forzadas y el hallazgo de más de ocho cuerpos descuartizados en el puerto de Buenaventura durante el 2014.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
