Desde hace 54 años el Colegio Aspaen Alcázares se ha caracterizado por una educación personalizada y un enfoque pedagógico abierto y dinámico, no solo en la formación de los estudiantes sino también en una visión de la educación como un proyecto de familia. Esto les ha permitido avanzar en la calidad educativa y la excelencia de su modelo pedagógico, incluso en la pandemia.
Alcázares es un colegio privado sin ánimo de lucro que forma parte de Aspaen, Asociación para la Enseñanza, la red de colegios y preescolares privados más grande de Colombia –con 33 instituciones en el país– y, a su vez, articulada con un grupo de prestigiosos colegios en el mundo, que tienen sede en Inglaterra, Estados Unidos, Argentina, Kenia, Ecuador y Chile, entre otros lugares.
La institución fundamenta su estrategia en tres pilares: la unidad familia y colegio, la inspiración católica y la búsqueda de la excelencia personal mediante la educación personalizada. Además, cuenta con un componente internacional que facilita el aprendizaje del inglés y el desarrollo de la ciudadanía global. En este sentido, además de un currículo bilingüe sólidamente estructurado, la institución tiene convenios con entidades en Canadá, Estados Unidos e Inglaterra que posibilitan la inmersión en estos países, la apropiación de la lengua y la consolidación de una visión internacional en cada alumno.
La apertura del Colegio a las diversas metodologías educativas existentes permite una flexibilidad en el quehacer docente y desplegar procesos pedagógicos modernos, adaptables y eficaces que potencian el desarrollo personal y la singularidad. Lo que también se da gracias a las alianzas y colaboración con la Universidad de La Sabana, la Universidad de Cambridge y la Organización del Bachillerato Internacional, a la que pertenecen desde 1986.
Flexibilidad y adaptación
Antes de la pandemia el Colegio ya contaba, entre otras, con plataformas digitales como Matific, para la enseñanza “gamificada” de las matemáticas; Raz-Kids, para el aprendizaje del Inglés; y Novus A+, programa en línea para el desarrollo de la inteligencia ética, interiorizando conceptos y hábitos relacionados con la salud humana, la afectividad y la sexualidad, trabajando estos temas en equipo con las familias.
El estar inmersos en el uso de diversas herramientas virtuales les permitió, desde el inicio de la crisis sanitaria, profundizar los proyectos con su aliado AcademyTic para el diseño de un novedoso ecosistema digital de aprendizaje y, también, con Arukay para el desarrollo del pensamiento digital y las habilidades de programación en todos los grados de escolaridad. Así mismo, se contrató la creación de una app propia llamada Aspaen Medellín para facilitar la comunicación directa con los padres y los colaboradores; y en los últimos meses estrenaron la App Odilo que contiene la Biblioteca Digital Aspaen, en la que se benefician teniendo acceso a más de 30 mil libros y documentos desde varios dispositivos en cada hogar.
“La pandemia, con sus conocidas limitaciones de la presencialidad, fue solo una razón más para acelerar el proceso -ya iniciado- de consolidar nuestro ecosistema digital educativo. Para ello, al numeroso grupo de aliados nacionales e internacionales del Colegio se sumaron nuevas organizaciones que han robustecido la oferta de valor para nuestras familias presentes y futuras”, apunta el Dr. Álvaro José Cifuentes, Rector del Colegio Aspaen Alcázares.
Para el regreso a las aulas de clase, bajo el modelo de alternancia, la institución participó activamente en las mesas de trabajo con las Secretarías de Educación del Área Metropolitana, en las que propusieron herramientas e insumos a fin de establecer los requisitos para un rápido regreso. Así, con la asesoría de epidemiólogos, expertos en tecnología, educadores y abogados crearon su propio protocolo de bioseguridad, que incluye un mapeo electrónico de los posibles síntomas de los niños a través de herramientas tecnológicas y una encuesta en la App para monitorear diariamente el estado de salud.
Al tener el visto bueno del Gobierno Nacional y las autoridades locales, Alcázares retornó inmediatamente a las clases presenciales, siempre con el respeto a la libertad de cada familia de decidir frente a este proceso, escogiendo entre la modalidad presencial y virtual. Actualmente, gracias a sus amplias instalaciones, tienen un 20 % de estudiantes que han optado por continuar sus estudios en casa y un 80 % que eligieron presencialidad los cinco días a las semana, en jornada completa, con servicio de alimentación y transporte.
En este modelo híbrido se utilizan varias tecnologías para facilitar la enseñanza y asegurar el aprendizaje. Se implementaron cámaras aéreas para la transmisión de la clase, que enfocan al profesor y se mueven con un sensor para que la experiencia de quienes aún permanecen en la casa sea lo más similar a la presencial. También cuentan con cámaras de toma de temperatura e identificación de la persona con el correcto uso del tapabocas.
Este éxito en la coyuntura también fue posible gracias a una renovación generacional – previa a la pandemia– de varios directivos docentes y algunos maestros y maestras, lo que ha facilitado la adaptabilidad en el uso de herramientas digitales, una comunicación eficaz y sostener los buenos resultados en pruebas nacionales e internacionales.
Calidad e integralidad
La coherencia innovadora y la cultura del aprendizaje son dos aspectos claves que inspiran a todos los colaboradores del Colegio. Esto les ha permitido lograr altos estándares de formación integral. Asimismo, en las pruebas Saber ICFES, el Colegio se ha destacado siempre por unos excelentes resultados y, en el presente, se visualiza claramente una tendencia muy positiva en dichas evaluaciones que miden la calidad académica, lo que demuestra la importancia de la adaptación e innovación.
“De todas formas, esos resultados favorables son para nosotros tan solo uno de los indicadores que reflejan nuestra formación integral en las dimensiones intelectual, afectiva, volitiva y física. Como prueba estandarizada -sin restarle la importancia que tiene para diagnosticar la calidad académica del país- evalúa solamente aprendizajes lógico-matemáticos y lingüísticos. Sin embargo, difícilmente mide las múltiples inteligencias que cultivamos desde hace más de medio siglo en Aspaen Alcázares como son las inteligencias espacial, musical, kinestésico-corporal, intrapersonal, interpersonal-comunicativa, naturalista, ética y trascendente”, afirma el Dr. Álvaro José Cifuentes, quien tiene entre sus títulos un Doctorado en Gobierno, enfocado en todo lo relacionado con el Derecho a la Educación, la calidad educativa y la libertad para educar.
Desde el enfoque pedagógico, definido en el Proyecto Educativo Institucional, Alcázares continúa construyendo y evolucionando para descubrir, en equipo con las familias, los talentos de sus estudiantes y potenciando su singularidad a través de la educación personalizada. Para esto, la estrategia Aspaen de la Preceptoría es fundamental porque esa asesoría individual –de quien en otros ámbitos se conocería como un coach o mentor–favorece el autoconocimiento, fortalecimiento de virtudes y estructuración de un plan personal de mejora continuo, siempre en sinergia con la respectiva familia. A su vez, los elevados niveles de calidad formativa son producto de la cualificación del equipo docente y de su formación permanente. Estos factores, unidos al estilo humano de todos los colaboradores, han logrado que el Colegio siga siendo un referente en la educación antioqueña.
“Es una experiencia muy enriquecedora, en especial a nivel de familia, porque Alcázares es un colegio donde los valores familiares siempre se tienen en cuenta. Adicionalmente, en el aspecto académico vivimos un proceso muy completo, gracias al cual los estudiantes egresados de Alcázares gozan de muy buena aceptación y obtienen resultados destacados en las universidades nacionales y extranjeras”, comenta Rafael Urbina, padre de familia y Presidente del Consejo de Padres.
Con esa misma lógica de apertura y construcción con las familias, el Colegio atiende todas las solicitudes de ingreso que recibe, tanto para matrícula inmediata como para iniciar en los años siguientes. Para ello tiene dispuesto una persona denominada Family Host, quien se encarga del primer acercamiento atendiendo todas las llamadas, mensajes y revisando los formularios de la web de las familias que quieren conocer el Colegio.
Luego, es ella quien coordina una entrevista de la familia con el Rector para conversar sobre el modelo educativo Aspaen, hacer un recorrido –presencial o virtual– por la sede, conocer detalles de la dinámica escolar y responder a todas las preguntas que se planteen. La familia recibe así una información suficiente para tomar la decisión sobre su ingreso, manifestarla al Colegio y recibir, en menos de 24 horas, la confirmación del cupo de acuerdo al grado que vaya el estudiante, ya sea transición o cualquiera de los otros once años de escolaridad.
Rafael Urbina resalta la familiaridad y confianza que sintió en ese proceso, los cuales fueron determinantes para tomar la decisión de matricular a su hijo en Alcázares. Además, al ser de otro país, le parecieron muy acertadas las estrategias de integración en las que a su hijo se le asignaron algunos compañeros que, durante varias semanas, lo acompañaron y acogieron en su etapa de adaptación.
El proceso, además de ser ágil, fomenta y logra un diálogo profundo sobre la esencia de la misión educativa de la familia, teniendo presente que con el Colegio se inicia un acuerdo para trabajar en equipo durante toda la vida escolar, apuntando al desarrollo pleno y la felicidad del hijo mediante el ejercicio de las virtudes.